Durante 2020 el mundo sanitario se vio convulsionado por la pandemia de coronavirus que atravesó el universo. La Argentina no fue la excepción. En ese contexto, la salud de los jubilados y pensionados apareció entre las prioridades oficiales, considerando la condición de grupo de riesgo de los mayores de 65 años, quienes mayoritariamente cuentan con la cobertura del PAMI.

Más allá de los esfuerzos por conseguir las dosis de vacunas necesarias para inmunizar a la mayor cantidad de población, hubo una creciente demanda de medicamentos cuyos precios de venta al público experimentaron alzas significativas. Según el Observatorio del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (Ceprofar) durante 2020 los fármacos más usados aumentaron en promedio un 46,1%, mientras que el índice de precios al consumidor nivel general (IPC) en el año fue diez puntos menor (36,1%).

El impacto de estos aumentos en el bolsillo de los adultos mayores es sensible, ya que los remedios integran uno de los ítems que más pesa en la canasta de la tercera edad. Más allá de la implementación del Programa Vivir Mejor lanzado el año pasado que garantizó la provisión gratuita de 170 principios activos (unas 3600 presentaciones), el Instituto de Jubilados y Pensionados mantiene un convenio con las cámaras de laboratorios para la provisión de medicamentos que permitió contener los incrementos, a punto tal que durante 2020 –mediante tres sucesivas prórrogas de la vigencia del acuerdo- logró que las subas no superaran el 12%.

“A esto hay que sumarle que en junio se reconoció un descuento adicional a los productos de industria nacional, equivalente a 5 puntos de aumento que benefició a los afiliados”, explicó a Data Clave una fuente con acceso al despacho principal de la Dirección Ejecutiva de la Obra Social. "Y que también se fueron cubriendo los agujeros que dejó la gestión Cambiemos, por ejemplo en el área de oncológicos, donde se saldó un deuda de diez mil millones de pesos correspondientes al período noviembre 2018-diciembre 2019; o con las farmacias por la venta de ambulatorios, por un total de $ 5800 millones correspondientes al último trimestre de 2019", completó el informante.

Los números del PAMI

El Instituto de Jubilados y Pensionados gasta alrededor de $ 8000 millones en medicamentos, de los cuales $ 6000 corresponden a ambulatorios y $ 2000 a oncológicos y especiales.  Un informe elaborado conjuntamente por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) y el Centro de Estudios de Políticas para Personas Mayores (CEPPEMA), explica que "durante 2020 el comportamiento de los precios de venta al público se modificó sensiblemente, aplacándose la curva ascendente previa y alternándose periodos sin variaciones (como ha ocurrido durante los meses de enero, febrero, abril y mayo) con incrementos en los casos restantes, lo que promedió un aumento de 1,9% mensual acumulativo".

El relevamiento hace hincapié en el impacto favorable que tuvo en el poder adquisitivo de los jubilados durante el año pasado la caída en la evolución de los Precios de Venta al Público (PVP), que se redujo en más de 60 puntos porcentuales si se compara el período diciembre 2018 a octubre 2019. "Además se evidencia cómo la variación de precios de los medicamentos más consumidos por adultos mayores en el período 12/18 a 10/19 superaba sensiblemente la evolución de la inflación (en más de 35 puntos porcentuales), proceso que se revierte en la etapa actual, donde el PVP queda más de 10 puntos porcentuales por debajo del promedio de precios de la economía", destaca el documento al que accedió Data Clave.

También se produce un fuerte cambio en el comportamiento de la evolución de la jubilaciones y de los precios de medicamentos más consumidos por los adultos mayores. "La pérdida de poder adquisitivo de la jubilación mínima medida en medicamentos para el período abril de 2018 a noviembre de 2019 fue del 35%, mientras que al año siguiente, incluso con el impacto de la pandemia, la evolución fue a la inversa. Mientras que la jubilación mínima se incrementó entre puntas 40,2% (entre diciembre 2019 y octubre 2020), la evolución del PVP de medicamentos más consumidos por adultos mayores sólo se incrementó 20,9%", añade la investigación.

Respecto al programa de gratuidad de medicamentos, el CEPA y el CEPPEMA explican que "la medida significó un incremento real de la jubilación mínima de 4,5%, que se incorpora a la cobertura previa de medicamentos alcanzando niveles cercanos al 20%, implicando una cuarta movilidad para los jubilados: tres del Anses y una del PAMI".

Las negociaciones con la industria farmacéutica

Los laboratorios y el PAMI renovaron el convenio PAMI para el segmento de ambulatorios casi al borde del límite con su fecha de vencimiento. Las cámaras que nuclean a los laboratorios vienen solicitado excluir el PVP acuñado en la gestión macrista pero, de momento, no lograron su objetivo y en este nuevo tramo se avanzó con un contrato que suma ciertas modificaciones.

La última negociación dejó establecido por escrito la aplicación del 7,2% de incremento del PVP PAMI para todos los segmentos a partir del 1 de enero de este año. "De palabra acordamos que si la inflación de cada mes del verano supera el 2,4% se reconocería este impacto a fin de modificar el PVP final", explicó a este portal un representante de la industria farmacéutica que participó de la negociación.

Respecto a las farmacias se acordó una reducción del aporte del eslabón minorista de 1.5 puntos porcentuales distribuido de la siguiente manera: 0.5 puntos a partir de enero, otro 0.5 desde febrero y 0.5 puntos en marzo. Se informó que el impacto de la reducción correspondiente a los meses de enero y marzo será absorbido por el Instituto, y el del mes de febrero, por la industria.

Tanto las tres cámaras empresariales -CILFA, CAEMe y COOPERALA- como aquellas que nuclean a las droguerías, a las farmacias y las entidades profesionales farmacéuticas, vienen reclamando un cambio en la modalidad del sistema y piden "barajar y dar de nuevo". Según los números que maneja la industria, el sistema terminó siendo perjudicial para sus intereses. "En el arranque la diferencia entre el PVP PAMI y el de Vademécum (listado oficial de medicamentos) era de un 15%, pero en la actualidad ese gap varía en un rango que puede ir desde el 60% hasta el 200%", sostienen los voceros del sector. Y agregaron: "en los primeros años el precio PAMI se incrementó a un 70% del parámetro inflación oficial, pero en la era Fernández las actualizaciones fueron a cuentagotas". 

Durante la última negociación, las cámaras plantearon la necesidad de terminar con el PVP PAMI y se comprometieron a elaborar y presentar en marzo una propuesta conjunta tendiente a su eliminación, que incluya una reestructuración del sistema actual. "Basta de prórrogas, hay que establecer un acuerdo con descuentos comerciales a realizar por cada una de las partes intervinientes, en base al Precio de Venta al Público publicado en los manuales farmacéuticos, algo similar a lo que tenemos con el resto de la Seguridad Social", concluyeron.