Tras el anuncio del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, sobre la vuelta a clases presenciales a partir del 17 de febrero de manera escalonada, algunos gremios docentes salieron al cruce. Condicionan la presencialidad a que esté garantizada la seguridad sanitarias para retornar a las aulas.

Alejandra Bonato, Secretaria Gremial de UTE-Ctera de Capital Federal, indicó que entre las condiciones para volver a clases presenciales contemplan “el transporte, los testeos de Covid-19, la vacunación y las obras de infraestructura en los colegios”.

“El tema del transporte es prioritario. Hoy hay muchos colectivos que no paran porque están completos y no se sabe aún bien cómo se le dará prioridad a docentes y alumnos”, afirmó.

Bonato, quien la semana pasada comparó las escuelas con las fiestas clandestinas, también dijo que hay que considerar qué obras se hicieron para el regreso a las aulas y explicó que “hay mucha disparidad en cuanto a los edificios escolares".

"En las reuniones se planteó la idea de hacer una modalidad híbrida, una semana virtual y otra presencial. Ellos (el Gobierno porteño) mandarán un modelo de organización por escuela”, aseguró.

La dirigente docente, al hablar de los testeos, indicó que “se pondrán dos centros de testeos para docentes y auxiliares y se testeará cada 15 días, aunque en forma no obligatoria”.

La cuestión de las obras de infraestructura ocupa un lugar también en la agenda que llevan los sindicatos a las reuniones para la vuelta a la presencialidad, ya que, según Bonato, “tienen que estar garantizados los dobles circuitos de ventilación". "Nosotros pedimos que venga gente de infraestructura escolar de la Ciudad para explicarnos esto y no vinieron”, se quejó.

“Los docentes queremos volver a la escuela”, insistió la representante gremial, “pero de forma segura y planificada y con las medidas de seguridad, que es como está planteando la Unicef”.

A su vez, la Asociación de Enseñanza Media y Superior (Ademys), tildó la decisión de “irresponsable”. Acusó al Ejecutivo de “lavarse las manos”, de no tener “un plan serio” y describió a la política como “criminal”.

"Quieren empezar el 17 de febrero relativizando de manera irresponsable el avance de la pandemia en el país en general y en la ciudad en concreto", dijo el secretario adjunto Jorge Adaro de Ademys a El Destape Radio.

“Nos quieren convencer de que esto es posible. Ellos dicen que cada escuela se va a hacer cargo. Es una locura", dijo Adaro.

Además, señaló: “Son irresponsables y se lavan las manos. No tienen un plan serio para presentar".

Adaro definió a la política de Rodríguez Larreta como “criminal”, tanto para los “pibes” como para “todos los que intervenimos en la escuela pública”. El dirigente agregó que el Gobierno se negó a ofrecer micros escolares para los traslados de los niños y niñas y no descartó tomar medidas de fuerza.

El Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) se sorprendió por el anuncio de esta mañana, ya que estaban trabajando junto a las autoridades porteñas en la Mesa de Condiciones Laborales y Salariales del Ministerio de Educación para el retorno seguro a las aulas.

“Hoy a la mañana el Jefe de Gobierno de la Ciudad, una vez más en una clara campaña de marketing político, anunció en los medios la vuelta a la presencialidad el 17 de febrero informando varias cuestiones que en la reunión de ayer no tuvieron ningún tipo de respuestas por parte del Ministerio de Educación”, sostuvieron desde Sadop en un comunicado.

Hicieron hincapié en que la presencialidad es posible solo en “condiciones epidemiológicas seguras” y con todos los docentes estén vacunados.