La última reunión del bloque, realizada esta semana en Paraguay, convalidó la baja de hecho del Arancel Externo Común que hizo Brasil y no puedo evitar la decisión de Uruguay de abrir un acuerdo con China, más allá de lo que digan los socios sudamericanos.

“Cuando alguien estornuda en Moscú, un argentino se resfría”, tal vez esa frase de Alberto Fernández fue lo que quedó más grabado en la prensa argentina, de la Cumbre de Presidentes del Mercosur realizada el pasado jueves en Luque.

Pero por más extraña que parezca, Fernández utilizó esa metáfora para señalar que “la globalización funciona plenamente y lo que ocurre en cualquier latitud del mundo repercute inexorablemente sobre todas las regiones del mundo”.

Sin embargo, más allá de lo discursivo, lo que es cierto es que la última Cumbre solo sirvió para consolidar dos hechos que Argentina, y en menor medida, Paraguay, intentaron evitar: convalidar una baja del 10 % en el Arancel Externo Común (AEC) que ya había aplicado Brasil de manera unilateral, y la decisión de Uruguay de iniciar negociaciones con China.

¿Habrá que esperar a Lula para que vuelva a funcionar el Mercosur?

“¿Y así como hicimos (un acuerdo) con Singapur, que fue posible, insistir en la posibilidad de China tenga un acuerdo con el MERCOSUR, ¿por qué no lo analizamos juntos, por qué no vemos la factibilidad juntos?”, pidió Fernández a su par de Uruguay, Luis Lacalle Pou.

A su turno, el mandatario uruguayo volvió a dejar en claro que ese eventual acuerdo con China “no vulnera, no erosiona, ni quiebra” el Mercosur.

“Decía el presidente Fernández que esto se hablaba hace dos años, y si vamos para atrás, nos encontrarán diciendo lo mismo. Y si vamos dos años más adelante habrá otros presidentes uruguayos, argentinos, paraguayos, brasileños, y el Mercosur va a seguir existiendo, si nos cuidamos, nos entendemos y nos comprendemos, y eso es lo que Uruguay viene a decir”, dijo Lacalle Pou.

Al final de la cumbre Uruguay no firmó la declaración conjunta. El resto de los países, más Bolivia como estado asociado- sí lo hizo. Según aseguró Cancillería argentina, Lacalle Pou intentó incluir un párrafo en el texto final que enfatizaba la necesidad de "flexibilización y modernización" en las negociaciones unilaterales. Pero al no lograr imponerlo, Uruguay optó por no firmar la declaración.

En tanto el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, tras imponer la rebaja del 10% en el AEC, mandó un mensaje grabado y se dedicó de lleno a la campaña electoral que en octubre lo enfrentará a Luiz “Lula” da Silva.

Ahora, la presidencia “pro tempore” del Mercosur le toca a Uruguay, hasta la próxima cumbre de mandatarios a mediados de diciembre, cuando ya se haya dirimido la elección en Brasil. Entonces habrá que esperar al primero de enero, cuando asuma el nuevo mandatario -Lula encabeza las encuestas - para saber qué rumbo toma el Mercosur.