El ministro de Economía, Luis Caputo, recibió este lunes a los representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI), con varios avances en el tema financiero, y las medidas de restricción fiscal puestas en marcha.

Participaron Luis Cubeddu, Subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental; Ashvin Ahuja, Jefe de la Misión; Ben Kelmanson, Representante del FMI en Argentina. Mientras que el titular de Hacienda estuvo acompañado por el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse. 

La reunión fue calificada como “positiva” y los equipos técnicos seguirán trabajando en los próximos días con la intención de emitir un comunicado en conjunto con las conclusiones de la visita. Los encuentros continuarán hasta el miércoles.

El encuentro tenía como principal eje de análisis la posibilidad de “reencauzar el acuerdo que está caído por el incumplimiento en todas las metas que el Gobierno anterior había pautado con el organismo”, dijo el jueves el vocero presidencial, Manuel Adorni, en conferencia de prensa.

En un comienzo se anunció que el encuentro con los representantes del FMI sería el jueves, pero luego se pasó para el viernes y esa misma mañana se conoció que la reunión de los representantes del organismo con Caputo se realizaría el lunes.

Mientras tanto, los representantes del organismo participaron desde el viernes y durante el fin de semana de distintos encuentros con funcionarios del Banco Central y del Palacio de Hacienda en la que intercambiarán información.

Caputo no llegó con las manos vacías a la reunión. El viernes anunció que colocará un título en dólares por US$ 3.200 millones al Banco Central, para pagar los caso US$ 2.000 millones que le debe al FMI y otros US$ 1.600 millones a los tenedores de bonos que entraron al canje del 20202.

Esa cifra es equivalente a la que compró el mismo Banco Central en el mercado de cambios, luego de que el gobierno dispusiera un aumento del 180 % en la parida del peso con el dólar oficial.

Además, si bien la información no fue confirmada por fuentes oficiales, tiene en marcha un canje por hasta US$ 71.000 millones en bonos que vencen este año, por otros títulos pagaderos en el 2025, como para “despejar” los vencimientos del 2024.

Eso en el plano financiero. En el sector fiscal el gobierno comenzó con dar de baja a casi 7.000 contratados por el gobierno de Alberto Fernández en el último año, e incluyó en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) la privatización de una docena de empresas públicas.

Junto con esto, el Estado Nacional dejará de financiar la obra pública y delegará a cada provincia y municipio que lo haga con un agente del sector privado y un contratista local, lo que abre el juego a varias entidades multilaterales de crédito, como el Banco Mundial, o el Banco Interamericano de Desarrollo, además de entidades privadas.

Con todo esto, más la certeza de que este año habrá superávit comercial en lugar de déficit, como en el 2022, Caputo aspira a renovar el programa con el FMI que implicó un préstamo por US$ 44.000 millones.

El acuerdo con el FMI “esta caído” dijo el propio Javier Milei cuando asumió la presidencia el 10 de diciembre. El gobierno de Alberto Fernández no solo no se hizo de dólares para pagar lo que adeudaba - se echó mano al Swap con China y un préstamo de Qatar para abonarlo- sino que además, el déficit fiscal que debería haber sido del 1,9% quedó en el 3%, entre otros incumplimientos.

El gobierno debe hacer frente a US$ 1.300 millones que vencen el 9 de enero, y otros US$ 650 millones el 16 de este mes.

Desde el Palacio de Hacienda considera que "es muy probable" que unifiquen los vencimientos para fin de mes, como se hizo en junio, julio y octubre pasado durante la gestión de Sergio Massa en el Ministerio de Economía.

Ahora, el gobierno busca un desembolso de US$ 6.500 millones hasta septiembre, cuando esté a pleno las ventas de la cosecha fina, y que el plan de reformas ya esté en marcha.