La Policía Federal de Brasil descubrió una red de contrabando, a través de la cual productores rurales argentinos traficaban hacia ese país cargamentos de soja mediante embarcaciones a través del Río Uruguay.

De ese modo, los productores evitan declarar impuestos en la Argentina y pagar retenciones, para lavar dinero con la venta del grano a cooperativas del estado brasileño de Río de Grande do Sul, según informó hoy la Policía Federal de ese país.

Los drones de la Receita Federal, la Afip brasileña, detectaron el tráfico de cargamentos de soja en el Departamento Guaraní, en el sur de la provincia de Misiones, que se conecta con el municipio brasileño de Tiradentes do Sul, en el estado de Rio Grande do Sul, de acuerdo con la investigación, divulgada por la cadena Globo.

"Se contrabandea soja desde la Argentina hacia empresas rurales brasileñas que emiten facturas 'fantasmas' para simular que ellas han producido en suelo brasileño. Los productores argentinos establecieron una infraestructura con camiones y embarcaciones para cruzar el Rio Uruguay", dijo el comisario de la Policía Federal Mario Luis dos Santos.

El oficial dijo al Jornal Nacional de la TV Globo que en los últimos tres años fueron confiscadas 500 toneladas de soja argentina traficada hacia Brasil con el objetivo de no pagar los impuestos de exportación o retenciones.

"Los productores argentinos trafican para evitar el impuesto de importación", dijo el comisario.

La acción fue filmada por drones de la Receita Federal en Tiradentes do Sul cuando las embarcaciones con la soja argentina era cruzada cerca de la ciudad fronteriza de El Soberbio, Misiones.

La mafia del tráfico de soja argentina en Brasil simula una producción irreal en tierras brasileñas.

"Tiradentes do Sul, por ejemplo, produjo 7.000 toneladas de soja este año pero las facturas de las empresas y cooperativas rurales declaran 42.000 toneladas. Identificamos una producción irreal de soja", dijo Pedro Bellinaso, agente de la Receita Federal, el ente recaudador de impuestos de Brasil.

Peones rurales argentinos dijeron, cita por su parte Radio Gaúcha, que cruzan por 3.000 pesos por día cinco o seis veces el Río Uruguay con embarcaciones con sacos de soja.

Los productores brasileños, por su parte, exportan la soja traficada desde la Argentina a otros países, sobre todo a los de Asia.

Según informó Radio Gaúcha, de Porto Alegre, capital de Río Grande do Sul, la secretaría estadual de Agricutura alertó que el principal riesgo de la soja que es traficada por productores rurales argentinos se encuentra en el ingreso de plagas resistentes a herbicidas.