La Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), advirtió “la dinámica de control de precios impuesta en la última semana por la Secretaría de Comercio Interior de la Nación, no es posible ni sostenible si no se da lugar al entendimiento y al diálogo intersectorial".

El viernes pasado, el jefe de Aduana, Guillermo Michel anunció “un nuevo acuerdo” de precios que prevé un ajuste mensual de 5% hasta el 31 de octubre. 
A cambio, Michel les ofreció recortes fiscales y una fuerte rebaja en el impuesto PAIS, de 7,5% que les rige desde fines de julio cuando quieren acceder a los dólares oficiales para poder importar.

En su comunicado, la COPAL explicó que "a pesar de que la Industria de Alimentos y Bebidas ha demostrado siempre un firme compromiso al participar en distintos programas de gobierno y acuerdos voluntarios, tales como Precios Cuidados y ahora Precios Justos”, esta nueva renovación “bajo las condiciones pretendidas y sin mediar un espacio de intercambio no es viable". 

Para la entidad, que representa unas 14.500 empresas: "Pretender que la industria de alimentos y bebidas pueda absorber el impacto de la reciente devaluación es negar el marco de desequilibrios de costos y precios que afecta a este sector, al igual que al resto de la cadena de valor".

Y advirtieron que "también se proyectan paritarias por encima del 140%. Evidentemente, la política distorsiva en materia inflacionaria vuelve a generar presión sobre la industria de alimentos y bebidas".

Según la consultora LCG, los alimentos fueron los primeros en acusar el impacto de la devaluación desatada después de las PASO y tuvieron un aumento del 4,1% en la tercera semana de agosto, 1,9 punto porcentual más que en la semana previa y el mayor incremento porcentual en por lo menos un año.

LCG también precisó que en el acumulado de las últimas cuatro semanas, arrojó una inflación promedio del 8,8% y que en los 18 días transcurridos del mes el incremento de los precios de los alimentos ascendió al 7,5%.