El Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) le propuso hoy al flamante ministro de Agricultura, Julián Domínguez, llevar adelante “una agenda de trabajo”, encabezada por la eliminación del cepo a la exportación de carne e iniciar el diálogo para reducir las retenciones a la venta de granos.

“Alentamos que su gestión facilite el trabajo y la construcción público-privada de políticas de Estado que permitan la generación de empleo y expansión de nuestra Bioeconomía”, planteó el Consejo a Domínguez, minutos después que su asunción al cargo que ocupara en el último tramo de la presidencia de Cristina Kirchner.

La entidad, que reúne a más de 60 cámaras vinculadas a la agroindustria, puso a disposición del ministro “los equipos técnicos y la agenda de temas que venimos trabajando, haciendo especial hincapié en la necesidad de avanzar en el envío al Congreso del largamente discutido anteproyecto que fomenta inversiones en la actividad”, y que presentara a mediados del año pasado.

Al respecto, los integrantes del Consejo apuntaron como principales temas a discutir en el corto plazo, “el levantamiento de restricciones de exportación de carne bovina; apertura de la discusión de la reducción paulatina de la carga tributaria para las economías pampeanas; pronta eliminación de derechos de exportación para las economías regionales en aquellas posiciones arancelarias que aún están pendientes, así como la actualización de la detracción especial para contribuciones patronales e incorporación de nuevas actividades (mínimo no imponible) para las economías agroindustriales regionales”.

Siete de cada diez dólares exportados provinieron del campo y, merced a los altos productos agrícolas, las ventas al exterior sumaron US$ 35.000 millones durante el primer semestre de este año, un 28,4% más respecto a enero-junio del 2020, y el mayor monto de facturación respecto a igual período del 2018.

“Creemos firmemente que estamos ante la oportunidad de hacer crecer la producción primaria, cosa que permitirá mayor industrialización y agregado de valor, potenciando nuestras exportaciones y asegurando el abastecimiento del mercado interno, a la vez que reduce tensiones”, añadió el CAA.

Para conseguirlo, enfatizó, “es imprescindible establecer un marco de reglas de juego claras, sostenibles en el tiempo, que nos pongan a resguardo de disrupciones, restricciones o prohibiciones en los procesos comerciales internos y/o flujos de exportación”, en alusión al cepo vigente a las ventas externas de carne vacuna.