El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, anunció cuatro paquetes de medidas para impulsar la reactivación productiva y el empleo en las empresas fabriles del país, durante el acto por el Día de la Industria. Estuvo acompañado del presidente, Alberto Fernández, y del titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, en el Centro de Operaciones de Sinteplast en el partido bonaerense de Ezeiza.

Las medidas incluyen dos nuevas líneas de financiamiento con tasas subsidiadas: una de $ 248.000 millones para 87.000 mipymes de todo el país y otra de financiamiento del cambio estructural, por $ 200.000 millones para inversiones a largo plazo.

Kulfas anunció además un nuevo programa de desarrollo de proveedores al que este año se destinarán $ 1.400 millones para apalancar inversiones privadas por $ 4.000 millones; un plan de transformación digital pyme, que incluye $2.500 millones en financiamiento a tasas bonificadas e incentivos fiscales para proyectos de adopción de tecnologías 4.0; y un programa nacional de desarrollo de parques industriales, que inicialmente alcanzará a 48 de esos espacios fabriles, con más de $ 3.000 millones de aportes y financiamiento en los próximos 12 meses.

El ministro señaló: “Hay indicadores claros de que la economía está mucho mejor después de una caída fuerte”. Agregó que se registran niveles productivos “similares a los previos a la pandemia”.
Kulfas aclaró que los anuncios realizados buscan afrontar “los nuevos desafíos y la posibilidad de recuperar la actividad con un eje en la industria”, y constituyen “el primer paso de un conjunto más grande de medidas que vamos a difundir en las próximas semanas”.

La primera gran línea crediticia se pondrá en marcha en los próximos días y cuenta con el respaldo de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por US$ 500 millones, mientras las tasas irán del 10% al 24% anual, para capital de trabajo y refinanciación de pasivos.
Kulfas destacó que el financiamiento a largo plazo, de hasta 10 años, será en condiciones de fomento y con tasas por debajo de Badlar, para “pensar en el crecimiento en toda la década, recuperar el terreno perdido y generar las inversiones necesarias, en particular en las manufacturas para exportar y ahorrar divisas”.

Por su parte, Fernández, dijo que no cree "en un país sin industrias", porque esto implicaría "un país dependiente, sin trabajo y sin futuro”.

El mandatario afirmó: "Es imposible pensar en un capitalismo sin una industria floreciente, pujante, que invierta a riesgo y dé trabajo".