El ministro de Agricultura y Ganadería, Julián Domínguez, presentará entre mañana y el jueves el borrador de un decreto para que los grandes productores agrícolas paguen una tasa de hasta el 2% por el uso de las semillas que tienen en su poder, para volver a sembrar.

La medida viene a cubrir un vacío legal ya que las empresas que modifican genéticamente las semillas para hacerlas más resistentes a la sequía o a las plagas reclaman el pago de regalías por su uso.

Pero por contrapartida, los ruralistas aducen que ellos “ya pagaron” esas semillas la primera vez que las compraron y que ahora, lo que utilizan, es el resultado de su trabajo, en una labor que remonta en el nacimiento de la agricultura.

Los cierto es que este debate está desde el 2000 dando vueltas en el Congreso y nuca hubo un consenso sobre cómo legislar el uso de las semillas.

Ahora, el proyecto trascendió luego de la reunión que Domínguez mantuvo el martes pasado con representantes de los integrantes de la Asociación de Semilleros Argentinas (ASA) conocidos también como los “obtentores”, aquellos que han creado, perfeccionado, descubierto o investigado una variedad que se considera nueva.

El funcionario les habría comunicado, todo en potencial porque ninguna fuente oficial quiso hablar del tema, que a partir de la próxima campaña que comienza con la recolección de trigo en diciembre, se descontará a los productores entre un 1,5 y 2% del valor de los granos recibidos en plantas de acopio o puertos, con el cual se creará un fondo destinado a los semilleros.

De esta manera, el Gobierno apelaría a un sistema en que los productores paguen una “tasa” sobre todo, en el trigo y soja, que son los cultivos que más componente “tecnológico” poseen.

Además, la recaudación se destine a compensar a las empresas de semillas y al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), que son quienes desarrollan la tecnología.

Afuera quedarían los pequeños productores, que mantendrían la denominada “bolsa blanca”, es decir, lo que se produce para la subsistencia y escasas ventas.

Desde las cooperativas representadas por Coninagro rechazaron “cualquier intento unilateral de modificar un tema tan sensible sin que las partes sean consultadas y en particular el productor que representamos”.

“El diálogo en estos temas es un elemento fundamental para la toma de decisiones. En este contexto, estamos a disposición de las autoridades y del resto de los actores de la cadena para generar en conjunto una solución que nos incluya a todos y podamos tener un desenlace superador que se discute desde hace más de 20 años”, dijo Coninagro a través de un comunicado.

En tanto, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) consideraron que esta iniciativa “afectaría directamente el derecho del agricultor de destinar parte del grano de su cosecha como semilla de uso propio". A su vez, la Sociedad Rural Argentina y la Federación Agraria Argentina se han mantenido en silencio.

Una pelea de película

El tema no es nuevo y ya ha llegado a las plataformas de streaming. El gran Christopher Walken da vida a un productor que tiene que litigar contra una gran cerealera en “Percy versus Goliath”, basada sobre un hecho real.

Walken encarna a un agricultor de setenta años que hace lo mismo que su familia desde hace dos siglos: sembrar canola utilizando las semillas de la cosecha anterior.

Pero un día tocan a la puerta de su casa con una demanda judicial porque Monsanto lo “acusa” de utilizar unas semillas transgénicas resistentes a los pesticidas. El no va a una mediación y decide ir a juicio, y hasta acá llega la nota, porque no vamos a adelantar cómo termina.

PERCY VS GOLIATH Tráiler Español SUBTITULADO (2021)