Primero fue la Unión Industrial Argentina (UIA) que además de rechazar la importación de productos terminados, pidió líneas de crédito, luego llego el turno del campo que reclamo, lisa y llanamente, la eliminación de las retenciones, y ahora CAME la acercó al Gobierno “propuestas para alentar el consumo y reducir los costos productivos, tanto en materia laboral como fiscal”.

Todo esto se da en el marco de un “desplome” del consumo interno, y la perspectiva de que la economía, con una inflación estimada del 120%; caiga 4% este año, retroceso que bien podría ser el 7% si se quita el “efecto rebote” del sector agropecuario, según la consultora Acebeb.

Desde el lado de la pequeña y mediana, CAME se reunió con autoridades del gobierno y pidió “Alivio de la carga tributaria, de los costos laborales, y el acceso al mercado de cambios”.

De manera más detallado apuntó al “incremento y extensión del pago del impuesto a los débitos y créditos bancarios a cuenta de contribuciones patronales”: “Certificado de exclusión de retención y/o percepción del IVA”; Régimen de facilidades de pago para la regularización de deudas ante la AFIP” – algo que esta previsto en el “paquete fiscal- enviado al Congreso – y líneas de crédito para impulsar el consumo”.

Por su parte, el sector agroexportador dejó atrás la cautela y exigió la rebaja de retenciones para encarar la próxima cosecha, cuya rentabilidad se ve puesta en peligro por "la alta carga impositiva, que se lleva el 65 % de la renta en general".

Además, la Mesa de Enlace apuntó al “aumento en los costos de producción” entre ellos “el Impuesto PAÍS, aplicado la importación de insumos” que ya están dolarizados.

En tanto, la UIA manifestó su preocupación por la decisión del gobierno de Javier Milei de abrir las importaciones de alimentos con el objetivo bajar la inflación. Consideraron que es “un trato desigual para la industria” y señalaron que “afecta seriamente la competitividad de las empresas que operan, producen y emplean en el país”. 

“Mientras los productores nacionales deben pagar en 4 cuotas mensuales y con impuesto PAIS los insumos necesarios para la fabricación, los importadores de bienes terminados estarán exentos de impuestos y tendrán acceso total a las divisas necesarias en un solo pago a 30 días”, precisaron en un documento.

La entidad fabril también remarcó “la necesidad de desarrollar nuevos instrumentos de política industrial (líneas de financiamiento, medidas tributarias, laborales, entre otras), junto con acciones para amortiguar el impacto en las pymes y en las economías regionales ante un escenario recesivo”.

A este “collar” de reclamos se le sumó también el de las grandes empresas, esta vez, en la vos del presidente de Pan American Energy (PAEG), Alejandro Bulgheroni , quien advirtió hoy sobre la necesidad de apoyo político y construcción de consensos legislativos y dejó en claro: “Si no se pueden votar leyes que ayuden a estos cambios, no va a haber una buena situación (económica y social) a futuro”.

“Nosotros como empresa estamos invirtiendo más de US$1.000 millones todos los años, y lo hemos hecho en la situación anterior, con todas las incertidumbres que uno puede encontrar. Pero creemos que las condiciones cambian si se generan reglas claras y se convence a los inversores de que las reglas van a permanecer en el tiempo”, dijo Bulgheroni, al pedir acuerdos políticos y leyes, durante su exposición en el IEFA Latam Forum que se desarrolló en un hotel del centro porteño.