El Ministerio de Economía licitará este martes seis bonos en pesos para refinanciar los $183.000 millones que vencen esta semana, en medio de las presiones de los operadores financieros para adquirir dólares. 

La recepción de ofertas comenzará a las 10.00 y se extenderá hasta las 15.00 para adquirir una Letra a Descuento al 31 de diciembre de este año por $30.000 millones, otras dos LEDES al 31 de enero y al 28 de febrero por $40.000 millones cada una, una Letra ajustable por CER al 23 de mayo por $25.000 millones y una LECER al 29 de julio por $35.000 millones.  

A esto se le un Bono, que no puede ser tomado por los “formadores de mercado” que paga la tasa Badlar + 5,25% por $15.000 millones adicionales y con vencimiento el 6 de febrero del 2023. 

En la última licitación, la Secretaría de Finanzas obtuvo un excedente de $12.700 millones pero a través de la colocación de bonos atados a la inflación (CER).  

“En el mercado financiero, la mayoría se quiere ‘cubrir’ de alguna devaluación, que a su vez arrastre a una mayor inflación, y por eso se buscan títulos dolarizados o ajustados por el CER, y en esta ocasión solo hay un título que tiene esas características”, explicó Alejandro Picci, de la consultora financiera Sendos. 

De manera coincidente Quinquela Fondos de Inversión resaltó en su último informe que “la inyección de pesos en un escenario de bajas reservas netas aumenta la presión sobre la brecha entre el dólar oficial y el paralelo. El exceso de pesos luce como la causa principal de las presiones cambiarias actuales". 

Y desde la consultora Quantum apuntaron a que “para el período septiembre- diciembre habría gastos no financiados con recursos fiscales por S 1,33 billones -incluyendo el pago de intereses”, lo que implica que el Estado tiene que salir a tomar ese monto de deuda en el mercado interno. 

El consultor Salvador Di Stefano apuntó a que “los pasivos monetarios del Banco Central, que hoy se ubican en torno de los $ 7,1 billones, podrían crecer a niveles de $ 9,0 billones, dada la mayor emisión, los intereses devengados de la deuda del Banco Central y la necesidad de pesos en el mercado”

Con este escenario por delante, “no sería extraño que los dólares alternativos alcancen niveles muy elevados en función de los precios actuales, aumente el riesgo país y compliquen el normal funcionamiento de nuestra economía”.