Según datos oficiales, la cantidad de Facturas de Crédito Electrónica MiPyME (FCEM) que utilizaron las pequeñas y medianas empresas como herramienta para financiarse y obtener capital de trabajo creció en el último año un 59%, al pasar de 3.121 a 4.953.

Asimismo, se multiplicó en cuanto a los montos negociados al incrementarse en un 453%, totalizando $17.700 millones en 2021, tanto para ser descontadas en el mercado de capitales a través del Mercado Argentino de Valores (MAV) o de entidades bancarias.

“La estrategia del Ministerio de Desarrollo Productivo, como autoridad de aplicación, es que las PyMEs encuentren certeza de cobro de sus facturas y, a la vez, que tengan opciones para acceder a capital de trabajo de forma cada vez más simple y complementaria a las más de 30 líneas de financiamiento que se pusieron en marcha en los últimos dos años. En este sentido, consideramos fundamental la sinergia con los organismos públicos como la AFIP, el Banco Central, la Comisión Nacional de Valores y los actores privados”, explicó el Secretario de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores, Guillermo Merediz.

Este régimen de FCEM, según detallaron, ofrece algunas ventajas para las empresas de menor tamaño ya que el titular de la deuda es la gran empresa, "no necesita garantía, disminuye el costo del financiamiento y además no le consume el cupo de crédito disponible a la MiPyME con instituciones financieras".

De este modo, una micro, pequeña o mediana empresa está obligada a emitir este comprobante en todas las operaciones comerciales que realiza con una empresa grande, siempre que el monto total sea igual o superior a $195.698 y, en consecuencia, ofrece oportunidad de "financiamiento para las más de 219 mil empresas que son parte de la cadena de valor de las más grandes como proveedoras".

Cuando una MiPyME emite la FCEM puede optar por transferirla a un Agente de Depósito Colectivo para su negociación en el Mercado de Capitales -opción tradicional- o al Sistema de Circulación Abierta (SCA) para su endoso, cesión, aval, descuento o depósito en el Sistema Bancario. A su vez, pueden ser negociadas mediante sistemas informáticos que faciliten la realización de operaciones de factoraje.

Desde el Gobierno prevén un nuevo crecimiento de esta alternativa de financiamiento a "medida que más empresas grandes opten por aceptar las facturas y, a su vez, más entidades bancarias se vayan incorporando al Sistema de Circulación Abierta, que irá sumando nuevas funcionalidades durante este año para incrementar el financiamiento de este segmento de MiPyMEs proveedoras directas de las grandes empresas".

En abril próximo comenzará a funcionar la Central de Facturas Impagas al Vencimiento (CenFIV), según informó el Banco Central de la República Argentina (BCRA) mediante la comunicación “A” 7428/2021, para reportar las facturas que al vencimiento "no hayan sido pagadas por parte de alguna de las 1.300 empresas grandes, ya sea por falta de fondos o que no se haya informado una cuenta de pago".