"Marlboro Man" concentra poder, le gana la pulseada a Posse y arma su propia "policía" del pensamiento

Durante las últimas tres semanas, por los consultorios de Rodríguez Peña al 200, desfilaron unos veinte jóvenes, de entre 18 y 25 años, para cumplir con el típico ritual de realizarse un examen sicofísico previo a comenzar con un nuevo empleo. Si bien la empresa Alfa Médica tiene muchos clientes que requieren pre-ocupacionales para su personal, hay uno que tiene prioridad: la Presidencia de la Nación.

Según pudo constatar Data Clave en base a testimonios de primera mano, estos postulantes -a razón de siete u ocho por semana-  “hablaron bastante” durante las aproximadamente dos horas que permanecieron en las oficinas del centro de medicina laboral y “contaron que se dedicaban a las redes sociales y que empezaban a laburar en la Rosada” para “el equipo de Santiago”.

Santiago Caputo es una de las patas de la tríada de poder que conforman junto con Javier Milei y su hermana, la Secretaria General de la Presidencia Karina Milei. El cuarto en discordia dentro de esta extraña cofradía anarco-capitalista es el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, hoy con las acciones devaluadas dentro del círculo áulico libertario debido a una serie de desaciertos de gestión que irritaron bastante al presidente.

La convulsionada semana que comenzó con una auspiciosa cadena nacional en la que el primer mandatario se vanaglorió de los supuestos logros de su plan económico -sobre los que buena parte de la población aún no se dio por enterada-; continuó con una masiva movilización en defensa de la Universidad Pública; y culminó con un dictamen forzado para tratar de lograr la ya frustrada aprobación de la Ley Bases en Diputados, ha dejado muchas heridas dentro del oficialismo, que aún no cicatrizan.

El gran ganador de estas rencillas de Palacio fue el exdueño de la consultora Move y asesor sin despacho fijo, que al cabo del último mes “se comió” varios casilleros dentro del “juego de poder” y hoy controla una especie de “súper estructura” que coordina:

• el accionar de las principales oficinas gubernamentales y la toma de decisiones y “anuncios estratégicos”;
• un equipo de “agentes encubiertos” que cobran con fondos reservados de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y que reportan información sobre “dirigentes oficialistas y opositores" además de "periodistas”;
• un grupo de “comunicadores alistados” que perciben cuantiosas gratificaciones por fuera de la inexistente pauta oficial;
• el “ejército de trolls” con oficinas en la Casa Rosada, dedicados a hostigar a cualquiera que ose entorpecer los planes oficiales y ponderar al líder libertario, colocándolo en la categoría de “semidios”.

El accionar de la “Policía del Pensamiento”

Los contrapuntos cáusticos entre las diferentes facciones que integran La Libertad Avanza, viene generando resquebrajamientos sonoros prácticamente desde el inicio mismo de la gestión. El episodio aún no resuelto que terminó con la diputada Marcela Pagano internada por el estrés generado a causa de la violenta reacción de sus pares ante su designación como titular de la Comisión de Juicio Político, evidenció el modus operandi que un sector del oficialismo tiene para intimidar a aquellos con los que mantiene algún tipo de controversia.

En las semanas previas a su designación, Pagano fue víctima de una serie de hechos intimidatorios y hostigamientos que traspusieron largamente las fronteras de las redes sociales y los ataques de los trolls. Una fuente muy cercana a la diputada y periodista dio detalles de situaciones de algunas de esas situaciones que se produjeron el mes pasado y que provocaron “inquietud”.

“A Marcela le habían ofrecido en enero que encabezara la Comisión de Libertad de Expresión, algo que ella rechazó porque entendía que podía haber un conflicto de interés ante cualquier reclamo de un periodista contra el presidente, por tratarse ella de una colega”, comentó a Data Clave la fuente. “Ella sugirió que esa comisión no quedara en manos de ningún libertario porque el principal denunciado por maltratar a la prensa es el propio Milei”, acotó.

A partir de allí comenzaron las agresiones y hostigamientos, que incluyeron violentos posteos en redes sociales, con insultos y amenazas, “peligrosas ironías” en conversaciones del chat de los diputados de LLA provenientes de una de las integrantes del grupo -la diputada cosplayer Lilia Lemoine- y seguimientos personales, que incluyeron fotografías y reportes de actividades del objetivo.

“Mientras Marcela mantenía un encuentro personal tomando café en un bar con una persona, a su celular comenzaron a llegarle fotografías de la misma escena que ella estaba protagonizando en ese momento, como para señalar que la estaban siguiendo”, relató el informante. “Obviamente ella se asustó, intentó averiguar de quién era el número, de hecho pensó que podía tratarse de uno de los tantos fans medio border que tiene el espacio, pero el celular desde el que le enviaron las fotos era prepago y al otro día, le robaron el teléfono a ella”, explicó.

Con anterioridad Pagano había percibido movimientos sospechosos en algunas ocasiones, como por ejemplo el día que identificó a dos “custodios” que acompañaron a Lemoine durante la campaña siguiéndola. “Una tarde estaba tomando un café con un diputado por zona Plaza de Mayo y el mozo le advirtió que la estaban vigilando”, detalló la fuente. “El muchacho del bar pensó que eran guardaespaldas de Marcela y cuando ella se dio vuelta para mirar, lo identificó claramente”, finalizó.

Al ser consultada otra fuente que se desempeña dentro de la estructura de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) acerca de si este tipo de accionar puede tener algún tipo de supervisión por parte de la oficina, brindó una respuesta sorprendente y temeraria. 

“A nuestro despacho llegó la orden de monitorear y reportar los movimientos de Pagano y de otros legisladores, tanto del oficialismo, como de la oposición”, fue la lacónica respuesta del experimentado agente, que cumple funciones en una ciudad del interior del país desde donde se estaría coordinando el espionaje sin ningún tipo de orden judicial que lo disponga.

Retrocede Posse, avanza “Caputito”

Tal como adelantó este portal, tras los sucesivos traspiés del gobierno en la coordinación política, fundamentalmente con el Congreso, Milei le reprochó a su Jefe de Gabinete “la incapacidad para apagar los incendios” que su propia incapacidad de diálogo promueven. “La desgracia de Posse es la oportunidad para que Santiago avance y se quede con el control de los resortes más importantes del gobierno, incluida la AFI", le dijo a Data Clave un funcionario con acceso a los principales despachos de la Casa de Gobierno.

“La Casa” continúa bajo la dirección formal de Silvestre Sívori, un hombre de Posse, a quien lo intimaron a cuadrarse si es que pretendía seguir ocupando ese sillón. “Está pintado, como la mayor parte de la Agencia porque estos tipos literalmente no entienden nada, ni tampoco se los nota con la intención de aprender, no tienen ningún plan serio para reorganizar el rol democrático de los servicios y solo quieren hacer caja para financiar sobresueldos y espionaje interno, son peores que la Gestapro de Macri”, le dijo a este portal uno de los expertos en inteligencia más reconocidos de la Argentina, con terminales en los Estados Unidos.

Desde que "Caputito" comenzó a manejar los resortes de la AFI, los fondos reservados del organismo de inteligencia se triplicaron, con el claro objetivo de “pagar los sobresueldos que compensan los salarios formales de los funcionarios que se alinean” y “alimentar con beneficios especiales a las estructuras periodísticas afines” por fuera de la inexistente pauta oficial.

La nueva estructura en la que “Santiaguito” cumple un rol fundamental, también abarca el control del área que controla las empresas y sociedades del Estado y los terrenos públicos a los que tienen en la mira varios “amigos” del poder para maximizar sus negocios, otrora controlada por el consultor Martín Maestú, de la consultora internacional McKinsey&Company y Gonzalo Pascual, el “terror de las jirafas y los rinocerontes” que fungía como dos de Posse.

“Esta guita no tiene que dejar huellas, ni generar erogaciones extraordinarias del presupuesto estatal, acá hay varios que se están beneficiando con los negocios que les estamos facilitando, así que tienen que aportar y hasta les proponemos que lo hagan en bitcoins”, dijo un allegado al grupo que se prepara para una semana donde el tratamiento de la Ley Bases volverá a poner en el centro del debate el rol de las empresas que el oficialismo pretende liquidar.