El cierre es definitivo. Comenzó tibiamente en septiembre del 2019, pero ahora no hay vuelta atrás. La cadena de capitales chilenos Falabella les anunció hoy a sus empleados que cierra sus últimas tres sucursales en el país, la de la calle Florida, en el centro porteño, en el shoping Unicenter, en el conurbano bonaerense, y la de Rosario.

Sólo se quedará con el Centro de Distribución de las ventas on-line, y los locales de Sodimac, de venta de materiales para la construcción, uno de los pocos sectores que aparecen dinámicos en medio del cierre de actividades por la cuarentena y la falta de inversión.

Fuentes gremiales explicaron a Data Clave que “hoy nos anunciaron el cierre definitivo de las sucursales el 31 de mayo. Habrá planes de retiro voluntario. Por ahora solo tenemos esto”.

A comienzos de septiembre del año pasado, el cambio de signo político en el país y el mal clima para los negocios, agravado por las consecuencias de la pandemia, hicieron que la chilena Falabella hubiera tomado la decisión de poner en venta sus negocios en Argentina e irse de la Argentina.

Falabella es una de las 100 empresas de retail más importantes del mundo en cuanto a su facturación y tiene presencia en varios países en la región. 

En Argentina contaba con 10 sucursales de las tiendas y nueve sucursales de Sodimac, de las cuales ya ha cerrado dos, destinadas al negocio de venta de artículos de construcción y para el hogar. Tiene presencia en Ciudad de Buenos Aires Gran Buenos Aires, Mendoza, San Juan, Córdoba y Santa Fe.

La empresa había anunciado en septiembre del año pasado que se encontraba evaluando opciones de rentabilización de las operaciones de sus filiales en Argentina, las que podrían incluir el ingreso de un socio estratégico para las mismas. 

Por otra parte, “la pandemia aceleró el proceso de digitalización del retail y ha afectado sus resultados. Para adaptarse a esta nueva tendencia y hacer sustentable la operación en el tiempo, Falabella y Sodimac han determinado cerrar cuatro de sus tiendas en Buenos Aires en los próximos meses”.

Sin embargo, Falabella ya había iniciado un proceso de achique en el 2019, cuando el cambio de signo político era casi un hecho. También en septiembre de ese año despidió a 250 empleados, lo que significó un ajuste de 4% de su plantilla de trabajadores en el país.