Inflación, pobreza, éxodo de jóvenes, y de empresas, voracidad fiscal junto con crecimiento del delito y caída en la calidad educativa fueron algunas de las críticas expresadas por el Instituto para el Desarrollo Empresarial de Argentina (IDEA) en la apertura de su 59° Coloquio que se desarrolla desde hoy y hasta el viernes en Mar del Plata.

El titular del encuentro, Santiago Mignone, exhortó a todos los sectores del poder a trabajar juntos para bajar la pobreza y terminar con el flagelo de la inflación.

“Este es en un año muy especial, en el que estamos a días de elegir a un nuevo gobierno. En esta democracia que ya lleva 40 años sin interrupciones”, destacó Mignone en el discurso inaugural del encuentro que se lleva adelante en el hotel Sheraton.

Sin embargo ese acuerdo para vivir en democracia “también nos encuentra en un momento de profundo desencanto de la sociedad con los sucesivos gobiernos. Y de creciente preocupación por el deterioro de la calidad de vida de los argentinos, con una inflación que erosiona día a día sus ingresos”.

Mignone, quien es titular de PWC para Argentina, llamó a todos los sectores a “terminar con el flagelo de la pobreza y la inflación, con terminar de gastar más de lo que ingresa. Pero también de ordenar las instituciones para lograr un cabal cumplimiento de la Constitución”. 

El empresario advirtió que “estamos inmersos en una realidad que nos agobia. Vemos el crecimiento del delito y la inseguridad. Caída en la calidad educativa. Demoras injustificadas en la aplicación de justicia. Una economía que no genera empleo privado de calidad hace más de una década.  Una inflación insoportable. Aumento continuo de la pobreza”.

Junto a esto “la intromisión permanente del estado en aspectos básicos de nuestras vidas: como la libertad de comercio, de fijar precio, de comprar o vender activos, o simplemente de alquilar una vivienda. Intromisión que da oportunidad a otro flagelo: la corrupción”.

Para el representante de IDEA, todo esto “trae como consecuencia la búsqueda de oportunidades por fuera del país, tanto de algunos dueños de empresas, como de nuestros propios hijos, a los que vemos partir porque no ven un mejor futuro en la Argentina. Hasta las nuevas empresas que nacen en Argentina localizan sus acciones en el exterior para alejar su propiedad de las manos de un estado que se ha vuelto voraz, y se entromete donde no debe”.