Y luego de las negociaciones de agosto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) volverá a tomar “el caso argentino” esta vez con una misión que llegará este jueves a Buenos Aires para reunirse con el ministro de Economía, Luis Caputo, y el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse.

"Entiendo que al menos basado en los acuerdos anteriores no deberíamos tener absolutamente ninguna diferencia con el Fondo, en virtud de que tenemos un plan muy claro en materia fiscal", dijo el miércoles el vocero presidencial Manuel Adorni en la habitual rueda de prensa en Casa de Gobierno.

Consultado sobre si el Fondo pedirá un plan de estabilización, Adorni aseguró que "desde el 10 de diciembre estamos transitando un plan para estabilizar este horror que nos han dejado en la situación económica en la República Argentina".

Dijo que "no hay agenda predefinida con el Fondo Monetario", al tiempo que remarcó que "el Banco Central tiene un plan muy claro en materia monetaria".

"El norte está demasiado claro como para tener algún tipo de punto de no encuentro con el Fondo Monetario", concluyó.

Lo cierto es que desde que asumió, el presidente Javier Milei devaluó el peso, se hizo de más de US$ 2.000 millones en reservas, elevó impuestos, entre ellos al comercio internacional, para alcanzar equilibrio fiscal, y dejó en claro que privatizara una veintena de organismos oficiales, y que la obra pública ahora tendrá que ser contratada por las provincias o municipios con entidades privadas.

Gobierno confía en el "perdón" del FMI y desembolsará dinero hasta la cosecha

Esto último alienta la operatoria de bancos internacionales del fomento, como el Banco Mundial, o el Interamericano de Desarrollo, en un negocio que vincula al mundo financiero, con el empresariado local.

El acuerdo con el FMI “esta caído” dijo el propio Milei cuando asumió el 10 de diciembre. El gobierno de Alberto Fernández no solo no se hizo de dólares para pagar lo que adeudaba, se echó mano al Swap con China y un préstamo de Qatar, sino que además, el déficit fiscal que debería haber sido del 1,9% quedó en el 3%, entre otros incumplimientos.

En el Palacio de Hacienda consideran que, además de la política de reformas que ha comenzado a llevar acabo, juega a favor de un nuevo entendimiento el hecho de que a la administración de Fernández se les perdonaron esos y otros desvíos, y que el FMI no se pondrá “duro” con un gobierno que recién asume.

El gobierno debe hacer frente a US$ 1.300 millones que vencen el 9 de enero, y otros US% 650 millones el 16 de este mes.

Desde el Palacio de Hacienda considera que "es muy probable" que unifiquen los vencimientos para fin de mes, como se hizo en junio, julio y octubre pasado durante la gestión de Sergio Massa en el Ministerio de Economía.

Ahora, el gobierno busca un desembolso de US$ 6.500 millones hasta septiembre, cuando esté a pleno las ventas de la cosecha fina, y que el plan de reformas ya esté en marcha, lo que le dará otra perspectiva para negociar los US$ 44.000 millones que Argentina le debe al FMI.