A Joe Lewis siempre le gustaron los lugares lindos, y pasó gran parte de su infancia y adolescencia en el West Wend, una zona residencial de Londres donde las elites de la ciudad -el "barrio de las embajadas" londinense- se juntan a comer o a tomar una copa. Es lógico que esto ocurra: por su cercanía con el barrio de Westminster (donde esta la abadía de Westminster (Westminster Abbey), sede de la religion británica anglicana y el palacio de Westminster (sede de las dos cámaras del parlamento), el West End siempre fue la cocina del poder. 

Pero para un chico como Lewis, que dejó la escuela a los 15 años para ayudar en el negocio de catering de la familia llamado Catering Tavistock -que conducía su padre en esa zona y donde el era mozo- la diversión estaba en el East End, el lado mas "atorrante" de Londres. Para Lewis, que venía de una familia judia de clase media londinense, el East End era el lugar de los marginales que desafiaban al orden establecido. Algo que el haría siempre años después. 

Dicen los pocos que conocen a la familia Lewis. que tenía muchas relaciones con la gran comunidad judía askenazí procedente de Europa Oriental que había poblado el East End desde 1850, y que después se mudó a los mejores barrios de Londres, cuando ascendió socialmente. Hoy, el East End luce distinto. La mayoría de sus habitantes son de Bangladesh y casi nadie se acuerda que en 1888 Jack el Destripador mataba a cinco prostitutas londinenses, o que fue en los años 60 -la juventud de Lewis- el barrio de los gemelos Kray, dos de los gánsteres más importantes del Reino Unido. 

Lewis salió rápido del West End: primero vendiéndole ropa y bienes lujosos a los turistas estadounidenses, y luego al poseer una discoteca, el Hanover Grand, que vendió en 1979 para empezar con el comercio de divisas, que lo hizo multimillonario. Todo esto antes de mudarse a las Bahamas y a Lago Escondido para ser lo que los contadores llaman tax exile (autoexiliado impositivo - una persona rica que elige vivir en un país con bajos impuestos). 

Pero la fortuna la hizo con una jugada maravillosa en septiembre de 1992. Lewis, quien se asoció con Tavistock con el magnate George Soros, especulando a que la libra quedara fuera del European Exchange Rate Mechanism (Mecanismo de Cambio Europeo), fue causante del Black Wednesday por el cual se quedaron con 1.000 millones de libras esterlinas. 

El caso fue que en los '90, tanto la libra esterlina como el resto de las monedas de la entonces Comunidad Económica Europea, estaban unidas por un tipo de cambio semifijo. En el caso de Inglaterra, la libra estaba atada al marco alemán a 2,95 marcos por cada moneda de la Reina, con la condición de fluctuar hasta un 6% en torno a ese valor. 

La reunificación alemana había obligado a un exceso de gasto por parte de Berlín, que derivó en déficit fiscal, aumento del circulante e inflación. Para contener la escalada, el Bundesbank subió las tasas de interés, apreciando el marco. Para competir con la moneda alemana, los bancos centrales vecinos comenzaron a comprar sus propias monedas o a subir sus tasas para no salirse del rango de referencia, pero Inglaterra tenía un alto índice de desempleo y no podía subir sus tasas. 

Soros vio esto y un buen día de 1992 vendió 10 mil millones de libras para comprar marcos alemanes. Inglaterra, para defender su moneda, salió a comprar libras a mansalva, haciéndose no sólo de lo colocado por Soros en el mercado, sino todo lo que los nerviosos operadores ofrecían: llegó a comprar 15 mil millones de su propia divisa. Luego subió las tasas en un 15% para hacer atractiva la moneda, pero ya era tarde. El 16 de septiembre de 1992 -el llamado "miércoles negro"- la única opción fue salir de la CEE y soltarle la mano a la libra, que cayó un 15% contra el marco y un 25% contra el dólar. Luego de eso, Soros y Lewis tomaron sus marcos y compró todas las libras caidas. Dicen que Soros embolsó u$s 1.000 millones y Lewis acaso un poco mas. 

Eso le sirvió para que a través del Tavistock Group -que posee más de 200 empresas en 15 países- pueda comprar el Club de Futbol ingles Totenhamm, haya adquirido 12 mil hectáreas de tierras fiscales en Río Negro, alrededor del Lago Escondido y construido la mansión de casi cuatro mil metros cuadrados, un chalet para invitados, caballerizas, chanchas de fútbol y otros deportes, anfiteatro y helipuerto. 

También le sirvió para tener grandes amistades locales, como del expresidente Mauricio Macri, con el que pasó la Semana Santa a todo lujo en la estancia que el empresario inglés construyó a 45 kilómetros del Bolsón, en torno al Lago Escondido; tener acciones en Edenor o ser un anfitrión de jueces federales y ejecutivos importantes. Algo que solo puede dar ser un magnate inglés.