Cuando en junio el índice de inflación alcanzó al 6%, el más bajo del año junto con el de enero, los analistas comenzaron a tener algunos resquemores sobre cómo el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) había confeccionado ese registro, ya que a la mayoría de las consultoras esperaba un 7,3% de aumento de precios.

Luego, en julio, la inflación oficial ascendió al 6,3% y las consultoras anticipaban un 7%.

Ahora la duda se acrecienta porque todos los registros privados anticipan una inflación de dos dígitos, que, de concretarse, sería la mayor desde abril el 2002, cuando estalló el plan de Convertibilidad y la paridad entre el peso y el dólar pasó de “1 a 1” a $4 por US$ 1 en el mercado libre de cambios, un mal dato para cualquier gobierno y para el ministro de Economía, Sergio Massa, que aspira a la presidencia.

Pero no solo los privados que ven una inflación de dos dígitos. La semana pasada la Dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires arrojó para agosto una suba de precios, promedio, del 10,8%, lo que lleva al acumulado en el año al 79,8%, y a la interanual en 127,35%.

Habrá que tener en cuenta que el impacto de la devaluación del 21% fue parcial ya que se realizó recién en la segunda quincena del mes, más precisamente, a partir del 14 de agosto, luego de celebradas las PASO.

Sin embargo, en la última semana de julio el gobierno había dispuesto una “devaluación fiscal” imponiendo más impuestos a todos los dólares que se utilizan para la importación, incluso para el pago de fletes.

En ese marco, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, registró un aumento del 12,4% en los bienes, y 9,7% en los servicios. Medidos de otra manera, los productos estacionales subieron el 6,5%, los regulados el 11,3%, y el “resto” el 11,3%.

En CABA se destacó el aumento del 12,5% en Alimentos y bebidas; 13,8% para Vivienda, agua, electricidad gas y otros combustibles, 10,8% en Salud; 10,3 para Información y comunicación.

El 10,8% de CABA se suma así al 12,2% de agosto de Córdoba, el registro más elevado desde abril del 2002, a la salida del régimen de Convertibilidad.

Según publicó el lunes pasado la Dirección de Estadísticas de esa provincia, su Índice se vio afectado de manera significativa por el aumento de los alimentos, que escalaron el 17,6% en agosto, con el precio de la carne subiendo 26%.

En medio de este panorama, el Indec dará a conocer el miércoles de esta la semana próxima la variación del índice de Precios al Consumidor yu se confirmará, o no, que llegó a dos dígitos.

Para que no se registre otro aumento de esta magnitud en septiembre, el Gobierno dispuso el congelamiento de los precios de los combustibles, las tarifas de los trenes y colectivos, y postergó para después de las elecciones presidenciales del 22 de octubre, así como el de la energía eléctrica, entre otras medidas.

"Vamos a seguir con medidas para jubilados y trabajadores. Vamos a seguir compensando el daño que nos generó la inflación de agosto, sabiendo además que septiembre, octubre y noviembre van a recorrer un camino de reducción de lo que fue la inflación de agosto y eso nos va a permitir mejorar el nivel de ingreso del trabajador", dijo Massa la semana pasada en C5N.