Los planes sociales, AUH, IFE, Alimentar, y otros, evitaron que la pobreza alcanzara al 53,9% a fines del año pasado, casi 10 puntos más que lo registrado finalmente, destacó el último informe del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA). 

Además, gracias a esos planes sociales, algunos coyunturales para combatir los efectos del Covid-19, el nivel de Indigencia quedó en el 9,8% y no trepó al 27,7%.

En medio de diez años de estancamiento económico, de los cuales, los últimos tres años hubo caída del PBI, “el carácter masivo de la asistencia social no resultó suficiente para prevenir que la situación socioeconómica continuara deteriorándose. Esto apunta a las limitaciones que afrontan las políticas sociales en Argentina para revertir de manera duradera el deterioro de las condiciones de vida”, destacó el informe al que tuvo acceso Data Clave.

Los números de finales del 2020 de la UCA, 44,7% de Pobreza y 9,8% en el caso de Indigencia, difieren un poco de los que relevó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) 

Según el informe oficial el Índice de Pobreza llegó al 42% al término del segundo semestre del 2020, casi siete puntos porcentuales por encima del 35,5% de igual período de 2019, en un año signado por el aumento de la desocupación, una caída del 10% de la economía, con una inflación del 36,1%. 

Además, el Índice de Indigencia, entendido esto como aquellos pobres cuyos ingresos no alcanzan para comprar el mínimo de comida para la subsistencia, se ubicó en el 10,5%, contra el 8% del semestre julio-diciembre de 2019, informó Indec.  

Si se toma una población estimada en 45,8 millones de habitantes, estas cifras implican que 19,2 millones de ellos son pobres, y entre ellos 4,5 millones son indigentes. 

La UCA destacó que esa estimación de un 9,8% de las personas en niveles de indigencia “se trata de los valores más altos de la década” relevados por esa casa de estudios, y que su incremento, “continúa la aceleración del deterioro de las condiciones de vida entre la población argentina”.  

El director del Observatorio Social de la UCA, Agustín Salvia, advirtió a fines del año pasado que con la crisis iniciada en el 2018 y profundizada la pandemia, con la caída del consumo, la inversión, y el empleo “el índice de pobreza tiene un piso del 40%”.  

En cuanto a la advertencia de la UCA sobre las limitaciones que afrontan las políticas sociales en Argentina para revertir el deterioro de las condiciones de vida, el IERAL de la Fundación Mediterránea apuntó a que, “a pesar de gastar en el sector público 17 puntos extras del PIB en las últimas dos décadas, no exhibe una mejora notoria en algunas variables claves sobre las que el Estado debería influir, como educación, seguridad o tasa de pobreza”.