Las lluvias de la última semana alejaron la posibilidad de una sequía en gran parte de la zona núcleo y permitieron, no sin ciertas demoras, que madure con buen rinde la cosecha de trigo, que proyecta unas 19,8 millones de toneladas y US$ 3.400 millones en exportaciones.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que la cosecha de trigo “tuvo una demora en la última semana debido a las lluvias registradas sobre el centro y norte del área agrícola”.

En su último Panorama Agrícola Semanal (PAS), la entidad precisó que hasta el momento “se alcanzó a recolectar el 11,7 % del área apta, arrojando una demora interanual de 3,8 puntos porcentuales”, sin embargo “el rinde promedio nacional se ubica en 11,8 quintales por hectárea, permitiendo mantener la proyección de producción en 19,8 millones de toneladas”.

De cumplirse con este proyección, la campaña arrojará 600.000 toneladas por encima del volumen previsto a mediados de año, cuando comenzó la siembra y se ubicará por sobre los 17 millones de la campaña 2020/21.

Sin embargo, hacia el sur del área agrícola, “el cultivo transita etapas desde encañazón en adelante, manteniendo una buena condición de cultivo, pero con una oferta hídrica ajustada que, de no revertirse en el corto plazo, podría comprometer la etapa de llenado de grano”, agregó el Departamento de Estimaciones Agrícolas de la BCBA.

Esta semana, el trigo alcanzó los U$S295 la tonelada, el precio más alto de los últimos nueve años para el cereal, debido a las perspectivas de una menor cosecha en Estados Unidos. Por todo esto, la BCBA estima que las exportaciones de trigo alcanzarán los US$ 3.400 millones este año.

La ayuda brasileña

A este favorable panorama, siempre que llueva en el sur de la región agrícola, se le añadió otra buena noticia como fue la decisión del Gobierno de Brasil de aprobar para la venta como harina el trigo transgénico tolerante a sequía, HB4, desarrollado por la firma argentina Bioceres. 

Esa empresa había obtenido el año pasado una aprobación condicional en Argentina a la espera de una autorización por parte de Brasil, quien compra el 45% del saldo exportable argentino, ubicándose así en el mayor comprador individual de ese cereal. 

En los últimos meses, molinos y un sector de la industria alimenticia brasileña habían manifestado sus reparos a la adquisición de trigo transgénico.

En el Ministerio de Agricultura y Ganadería argentino destacaron que esta variedad es muy resistente a la sequía y que ante condiciones de “estrés hídrico” en zonas afectadas, este cereal podría subir entre 20 a 25% los rindes.