Terminó el 2020 y el déficit fiscal primario alcanzó al 6,5% del PBI, y el financiero al 8,5%. En medio de esa debacle, el sistema previsional no salió indemne. Según un informe elaborado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), en base a los datos suministrados por el Ministerio de Economía, el sistema previsional finalizó el año cubriendo con ingresos propios sólo el 80% de las jubilaciones y pensiones, generando así una enorme presión sobre el Tesoro nacional.  Pero algo más grave es que si el año pasado la economía cayó casi un 11%, la recuperación prevista para este año, en torno al 5 % “no reducirá el déficit previsional”, debido a la nueva fórmula de cálculo, destacó el informe.

Los ingresos previsionales, excluyendo las transferencias del Tesoro, pasaron de 8,3% a 8,2% del PBI, pero el gasto en jubilaciones y pensiones nacional pasó de 8,9% a 9,9% del PBI. Esto significó que el desbalance entre ingresos previsionales y el pago de jubilaciones y pensiones pasó de 0,6% a 1,7% del PBI“Estos datos muestran que el déficit previsional estructural –entendido como la diferencia entre los ingresos propios y el pago de jubilaciones y pensiones– aumentó sustancialmente. Parte se explica porque los ingresos crecieron poco, como el PBI. Pero el impacto más relevante es el aumento en los gastos de jubilaciones y pensiones”, destacó el informe de Idesa. 

Este incremento “se produjo aun cuando no aumentaron las nuevas jubilaciones por las limitaciones administrativas de la ANSES y la movilidad fue fijada discrecionalmente por el gobierno”, advirtió el documento. Si bien cabe esperar que la recuperación de la economía, prevista en el 5% por el Gobierno,  aumente los ingresos tributarios y salariales del sistema previsional, esta “no reducirá el déficit previsional”.

Esto obedece a que el reciente cambio de la regla de movilidad, que ata el aumento de las jubilaciones y pensiones a la evolución de los ingresos tributarios y salariales, “el gasto previsional tiende a crecer al mismo ritmo que los recursos”. Por lo tanto, dada la regla de movilidad adoptada, el crecimiento de los recursos previsionales no reduce los desequilibrios. “La nueva movilidad garantizaría sustentabilidad si el sistema estuviera en equilibrio o fuera superavitario. Pero cuando el gasto en jubilaciones y pensiones es mayor que los recursos, aumentar las jubilaciones al mismo ritmo que los recursos implica aumentar nominalmente el desequilibrio”, aseguró Idesa.