(De la redacción de DATA CLAVE) La consultora estimó que alrededor de la mitad de los puestos de trabajo del 20% de los hogares de menores ingresos (per cápita) habrían sido afectados por la cuarentena. 

Según los  cálculos de Ecolatina, cerca de tres millones de trabajadores, compuesto principalmente por informales y cuentapropistas, tuvieron serias dificultades para realizar sus actividades durante el aislamiento.

Estos factores “sugieren que la cuarentena está teniendo un impacto regresivo sobre la distribución de los ingresos laborales de los hogares”, advirtió la consultora que dirige Lorenzo Sigaut Gravina, a través de un documento.

El trabajo recordó que durante el primer trimestre del año, el ingreso total familiar en los hogares que se ubican en el 40% inferior de la pirámide, aumentó en casi 1% interanual, mientras que las familias del 20% superior, cayó cerca de 4%, siempre en términos reales.

Esta dinámica “respondió fundamentalmente a que la pérdida de poder adquisitivo de los sectores de menores recursos en 2018 y 2019 alentó a nuevos miembros del hogar, sumarse al mercado de trabajo y/o a que los miembros activos incrementaran las horas remuneradas”, destacó hoy Ecolatina a través de un informe

Más allá del IFE, crece la pobreza en los hogares de menos ingresos

De esta manera, “se generaron mayores fuentes de ingreso, que mejoraron los recursos totales compensando el menor ingreso real individual”, en gran medida, bajo la modalidad cuentapropista.

Pero a partir de marzo, con la llegada de la pandemia y la cuarentena, esos trabajos, entre los que se encuentran personal doméstico, cortadores de pasto, plomeros, gasistas, relacionados con el turismo o simplemente mecánicos, tareas  que no pueden realizarse a distancia, vieron caer drásticamente sus ingresos.

La implementación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que asiste transitoriamente con $10.000 mensuales a más de nueve millones de personas “está compensando parte del fuerte deterioro de los ingresos laborales en dichos hogares”.  

Tanto Ecolatina, como la Unión Industrial Argentina estimaron que la tasa de desocupación alcanzó al 15% en el segundo trimestre del año, contra el 10,4% con la que finalizó el primer trimestre.

Además, cálculos de la Universidad Di Tella colocan al índice de pobreza en torno al 40%, contra el 35% que finalizó el año pasado.

Ecolatina apuntó a que las ramas más afectadas por la cuarentena fueron construcción, hotelería, gastronomía, servicios vinculados al entretenimiento, servicio doméstico. “Considerando el elevado grado de informalidad y desprotección que pesa sobre estos sectores, es probable que los ingresos laborales se hayan reducido muy significativamente”. 

En el extremo opuesto, los sectores de mayores ingresos -y también de mayor formalidad- pudieron realizar gran parte de sus tareas de manera remota cuando no estuvieran empleados en sectores “esenciales”.