El intercambio comercial de junio dejó un déficit de US$ 115 millones y revirtió así la ganancia de US$ 1.101 millones de igual mes del año pasado, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

La facturación por las compras al exterior creció al doble que las exportaciones. En efecto, las importaciones subieron 44% a US$ 8.547 millones, al tiempo que las ventas subieron 20% a US$ 8.432 millones.

Un dato no menor, es que los precios de los productos que vende Argentina aumentaron menos que los que compra. El Indec dio cuenta que si hubiesen prevalecido los precios de junio del año paso, el saldo comercial habría arrojado un superávit de US$ 224 millones de dólares. 

Esto se debe a que el Índice de precios de las exportaciones aumentó 20,7%, por debajo del de las importaciones, que subió 26,4%.

El presidente de la Cámara Argentina de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales, Gustavo Idigoras, advirtió que “los precios de los granos, soja, maíz y trigo, volvieron a los niveles previos de la invasión de Rusia con Ucrania”, y eso, sumada a la inestabilidad cambiara local, hacen que los productores retengan la venta de granos a las cerealeras.

Junto a este resultado negativo de junio, en el primer semestre del año, el resultado del intercambio comercial dejó un saldo favorable de US$ 3.093 millones, frente a los US$ 6.774 millones de enero-junio del año pasado.

Esto motivó algunas críticas en las redes sociales como la del economista Gabriel Caamaño, de la consultora EcoLedesma, quien aseguró que “el fracaso de este enfoque de Política Económica ya es inconmensurable”.

Tweet de Gabriel Caamaño