En la inauguración de obras para los municipios de Quilmes, Avellaneda, Florencio Varela y Berazategui, el presidente Alberto Fernández dio un duro discurso a partir de lo ocurrido en Villa Azul. Siguiendo la línea de su predecesor en las exposiciones (el gobernador Axel Kicillof) tomó al barrio Azul como ejemplo para compararse la gestión de Martiniano Molina en Quilmes y la de Jorge Ferraresi en Avellaneda: "De un lado había un gobierno que entendió que había que darle un mínimo de condiciones a la gente que habitaba Barrio Azul. Del otro lado no se pensó igual y mi pregunta es si habrán pensado que algún día el mercado les iba a resolver el problema", cuestionó.

En la misma línea, volvió a criticar a quienes promueven la meritocracia como estandarte sin considerar contextos socioeconómicos. “Del otro lado habrán pensado que hagan mérito… pero el mérito solo sirve si a todos le damos igualdad de condiciones”. Con una línea discursiva en relación con los derechos de los más vulnerables, Fernández manifestó: “Dijeron que estábamos creando un gueto como el de Varsovia, solo estábamos cuidando la salud de la gente” en referencia a las estrictas medidas de cercamiento en la comunidad del barrio popular.

También aseguró que “los más necesitados fueron los que más entendieron el riesgo y más ayudaron a prevenir la propagación de la pandemia”.

Si en las últimas apariciones de los funcionarios más importantes hubo mensajes hacia adentro del oficialismo, hoy Fernández habló hacia afuera: hubo mensajes dirigidos a la oposición pero también hacia la consolidación del voto del espacio peronista, de cara a un año electoral. Al respecto, expresó: “Si ser populista es pensar en el que menos tiene y más necesita, soy populista. Pónganme el título que se les dé la gana”. Y en el cierre, dijo que “el peronismo es como la cigarra: lo han matado tantas veces y sin embargo sigue en pie”.