Tania Abrile (38) era una prometedora artista plástica, pero su vida se vio truncada tras asistir a una fiesta electrónica en la capital cordobesa. La joven murió como consecuencia directa de esa ingesta de estupefacientes durante el evento y por la inadecuada atención primaria recibida allí por parte de un falso médico que había sido contratado por los organizadores.

Tras seis años del hecho, la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba confirmó la elevación a juicio de la causa por facilitación de lugar para el consumo de sustancias estupefacientes agravado iniciada contra tres organizadores de la fiesta electrónica, desarrollada en el Orfeo Superdomo. Dos de ellos también serán juzgados por el delito de homicidio culposo.

Los jueces advirtieron que si se hubiese procurado a la víctima la derivación necesaria a un centro de salud adecuado, para que recibiera la atención médica inmediata, en vez de mantenerla en el lugar, no se hubiera producido el retardo que fue determinante en el resultado letal.          

Además, las urgencias médicas que pudieran presentarse se pusieron en manos de personas no habilitadas para brindar una debida asistencia y los organizadores debían tener una precaución máxima en cuanto a la contratación del personal de salud. 

La causa contra el falso médico, por su parte, se encuentra en la Cámara Sexta del Crimen de la ciudad de Córdoba, en los actos preliminares del juicio oral, informaron fuentes judiciales.