La azafata Daniela Carbone, que concretó una amenaza telefónica de bomba que afectó un vuelo de Aerolíneas Argentinas, fue procesada con prisión preventiva por el juez federal N° 2 de Lomas de Zamora, Federico Villena.

El magistrado también dispuso la prohibición de concurrir a las zonas restringidas de aeropuertos del país junto a un embargo por 400 millones de pesos. Asimismo, se sobreseyó a su hija y se suspendió su matrícula como azafata, por lo que se notificó a la Administración Nacional de Aviación Civil.

La azafata está imputada por los delitos de "coacción agravada""intimidación pública" y "entorpecimiento de servicio público". Está detenida en un calabozo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) de Ezeiza, y ahora será trasladada a su domicilio, con una tobillera electrónica.

El pasado 21 de mayo, la empleada de la aerolínea -que decidió ayer despedirla- realizó una llamada afirmando que había una bomba un vuelo, que debía despegar desde el aeropuerto de Ezeiza hacia Miami. Por lo tanto, se activaron inmediatamente los protocolos de seguridad.

En la nave había 270 tripulantes y doce tripulantes, quienes fueron desembarcados, y el avión movido a la posición de seguridad para la inspección. Finalmente se descubrió la falsedad de la amenaza.