“CUANDO METES VIBORAS SIONISTAS EN ESTE O EN CUALQUIER GOBIERNO, FINALMENTE TE MUERDEN. NO PUEDEN CON SU NATURALEZA”. Con mayúsculas, el dirigente “nacionalista” Alejandro Biondini cuestionó la decisión que había tomado el por entonces Secretario de Salud de la Nación Adolfo Rubinstein con respecto al protocolo para el aborto no punible, en noviembre de 2019.

A ese tweet le sumó otra respuesta en ese mismo tono contra el ex diputado nacional Daniel Lipovetzky. La denuncia presentada por la DAIA se encuadró bajo el artículo 3 de la ley de actos discriminatorios. Allí se establece que la persona que participe en la organización o realización de propaganda basada en ideas o teorías de superioridad de una raza o de un grupo de personas de determinada religión, origen étnico o color, que tengan por objeto la justificación o promoción de la discriminación racial o religiosa en cualquier forma podrá tener una pena de un mes a tres años de prisión.

Una vez tramitada la denuncia, recayó en la fiscalía de María Paola De Minicis, quien sostuvo que no era posible afirmar “con el grado de certeza exigido” que las declaraciones de Biondini puedan ser capaces de “inducir, incitar o alentar al odio cuando no utiliza una arenga, un estímulo o un aliento destinado a desfavorecer y menoscabar los derechos de las personas atacadas, o bien, a que otros/as las persigan o discriminen por su raza, religión, nacionalidad o ideas políticas”.

En la explicación que da la fiscal, sostuvo que el sionismo “es una ideología y un movimiento político nacionalista que propuso desde sus inicios el establecimiento de un Estado para el pueblo judío, preferentemente en la antigua Tierra de Israel (Eretz Israel)”.

“Partiendo de esa base, el sionismo es una ideología política, como puede ser el nacionalismo, el liberalismo, la ideología comunista. Referirse a una persona como sionista, no significa insultarlo”, reflexionó la fiscal. En esa línea, aseguró que al momento de tildarlos a Rubinstein y Lipotevsky como “víboras sionistas”, Biondini explicó el por qué los llamó así. “Cabe señalar que ni Rubinstein ni Lipotevsky se sintieron discriminados ni agraviados por estos dichos ya que no fueron éstos los que promovieron esta denuncia”, mencionó.

“Tampoco podemos afirmar, según lo colectado en autos, que decirle a alguien sionista, significa alentar o incitar el odio contra la comunidad judía ya que, reitero, el sionismo es una ideología política y como tal, y viviendo en un Estado democrático, cada persona puede ser partidario o no de ello”, determinó la representante del Ministerio Público de la Ciudad.

En el dictamen, la fiscal consideró que no había evidencias sobre la intención de Biondini de incitar y/o alentar el odio contra la comunidad judía. “Los dichos esgrimidos por el imputado pueden resultar desagradables, controvertidos o cualquier otro adjetivo descalificativo que se quiera emplear, pero de los elementos colectados no hay prueba alguna que los mismos trajeron aparejados la afectación de derechos y garantías”, puntualizó.

En esa línea, dijo que los tweets habían sido efectuados en el marco del debate por el aborto. “Inclusive, el propio Biondini fue quien escribió los hashtags “SIALAVIDA” “NOALABORTO”. Esto, permitiría probar que el encausado quiso expresar su posición sobre tal temática y, en consecuencia, criticó a quien impulsó la política abortista -Rubinstein- quien, a su vez, en aquel momento era Ministro de Salud de la Nación y contra el ex miembro de la Cámara de Diputados, Lipovetzky”, resumió la fiscal.