La variante Ómicron del coronavirus tiene a maltraer al mundo entero debido a la velocidad de propagación que tiene en la población. Cuando parecía que el Covid-19 comenzaba a ceder, la nueva cepa obligó a recalcular la necesidad de restricciones en todo el planeta.

Argentina no fue la excepción y el pico de casos llegó en plena temporada de verano, con todos los destinos turísticos con una ocupación altísima y camino a ser récord de recaudación, para comenzar con la tan mentada reactivación económica.

En este sentido, el sostenido nivel de contagios y la lenta pero firme suba de la ocupación de camas de terapia intensiva, encienden algunas luces de alarma en el gobierno nacional. La vacunación por el momento contiene el avance de la enfermedad, pero se mantenerse la situación en el tiempo, puede complicarse el panorama.

Al respecto, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, reconoció que "aún no sabemos cuándo va a bajar la curva de contagios producida por la variante Ómicron”, aunque estimó que "tendremos más tranquilidad para marzo".

En declaraciones a FutuRock, Vizzotti añadió: "Estamos sobrellevando una ola que ha llegado a los 150 mil casos con un número inferior de muertes. Esperamos que el descenso sea más rápido y tengamos otra situación epidemiológica”.

En la misma sintonía, la funcionaria destacó además que "las coberturas de vacunación que tenemos son muy alentadoras", ya que "el 90% de los mayores de 3 años empezó el esquema y 78% lo completó".

Además, Vizzotti advirtió que "hasta que no accedan todos los países a la vacuna no daremos vuelta la página" de la pandemia de coronavirus y recordó que "no es la primera vez que hay inequidad en la distribución" de vacunas y tratamientos. Mismos conceptos que vertió en la a 150º sesión del Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS)

"Las grandes potencias acapararon la producción del 80% de las vacunas. Recién cuando tenían sobrante y estaban cerca del vencimiento empezaron a donar", criticó la funcionaria.