El pasado 24 de junio, el Congreso de la Nación aprobó la ley de Zona Fría, una normativa que generará beneficios en las tarifas de gas para más de 3 millones de personas en todo el país. Sin embargo, la iniciativa recién fue reglamentada por el presidente Alberto Fernández 40 días después, lo que provocó algunos cuestionamientos internos.

Y con el diario del lunes, la decisión del mandatario de rubricar la nueva normativa el pasado 2 de agosto no parece casualidad. Sucede que, en los hechos, la tan ansiada ley no tendrá impacto concreto durante este invierno. Por lo que el anuncio de las rebajas entre el 30 y 50 por ciento recién podrá verse reflejado cuando el frío llegue a mediados de 2022.

El proyecto de ley fue impulsado desde la Cámara baja por Máximo Kirchner y su compañera de banca, Liliana Schwindt, y el representante de Consenso Federal Martín “Topo” Rodríguez, quien días atrás expresó su malestar en las redes por el atraso en la reglamentación. “Hace más de un mes que el Congreso de la Nación aprobó la Ley de Zona Fría para aplicar descuentos en las tarifas de gas domiciliarias. Parece que el Presidente de la Nación, o sus asesores, no tienen ningún apuro en implementarla (o no tienen frío)”, publicó.

Los motivos ahora están claros. Sucede que, en lo concreto, muy pocas personas podrán acceder a las rebajas en las boletas de gas durante este año debido a que la lectura de los metros cúbicos utilizados se hace en forma bimestral por lo que las boletas que lleguen en septiembre no tendrán reflejado un descuento, salvo que la medición se haya llevado a cabo post 2 de agosto. Lo que sí se sucederá en noviembre, pero ya con la baja del consumo de gas por la llegada de la primavera.