El presidente de Brasil Jair Bolsonaro, traspasó a sus hijos Flavio y Carlos el mando de una presunta red de corrupción con empleados a los que obligaba a devolver sus sueldos públicos, más conocido como "rachadinha", después de descubrir que su por entonces esposa lo había traicionado con un bombero, aseguró un ex asesor de uno de los hijos del mandatario.

Se trata de Marcelo Luiz Nogueira dos Santos, el ex asesor que denunció a Flavio Bolsonaro por su presunta participación en un plan de desvío de fondos públicos durante su etapa como diputado regional en Río de Janeiro (2003-2019).

El ex funcionario reveló que la segunda exesposa de Bolsonaro, la abogada Ana Cristina Siqueira Valle, era quien controlaba la recaudación de esa red de corrupción que consistía en retener un porcentaje de los sueldos de los asesores parlamentarios de los hijos del presidente, según reveló el sitio Metropoles.

Dos Santos aseguró que la abogada habría ordenado, con el consentimiento de Bolsonaro, la malversación del dinero. Además, relató que Siqueira Valle, en medio de la disputa por la tenencia de su hijo Jair Renan Bolsonaro, habría simulado el robo de una caja fuerte que la pareja compartía en el Banco do Brasil para acusar al presidente.

Ultimátum a la justicia

En medio de las denuncias de corrupción, Bolsonaro apoyó públicamente las manifestaciones del próximo 7 de septiembre, convocadas para promover la intervención del Ejército en el Supremo Tribunal Federal (STF), según los organizadores, servirán de ultimátum a los magistrados del máximo Tribunal del país.

El mandatario asegura que la movilización, a la que aseguró que asistirán más de 2 millones de personas, son para defender la "libertad de expresión" y el "respeto a la Constitución".

También dijo, irónicamente reiteró que el juez supremo Alexandre de Moraes, que lo investiga por diseminar noticias falsas y atentar contra el sistema electoral por sus denuncias de fraude sin fundamento, puede acompañarlo al acto.

“Inclínese ante la Constitución, respete nuestra libertad, entienda que ustedes dos están en el camino equivocado porque siempre hay tiempo para redimirse”, continuó el presidente, aludiendo a De Moraes y a Luís Roberto Barroso, este último también presidente del Tribunal.