El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, aceptó una nueva renuncia en su gabinete por el escándalo del pasaporte entregado al narco Sebastián Marset. En este caso, del ministro del Interior, Luis Heber, y otros altos funcionarios.

El jueves, a partir del escándalo generado por el ocultamiento de información a la Justicia por el caso que investiga la documentación entregada al narco Marsett, se había concretado la salida del canciller Francisco Bustillo.

"Ya saben de la renuncia de Bustillo, renuncia que acepté. Y en estos días el ministro Luis Alberto Heber, el subsecretario Guillermo Maciel y (el asesor presidencial) Roberto Lafluf, que no tiene competencias ni facultades de gobierno (...) me ofrecieron las renuncias y acepté las tres", dijo Lacalle Pou en conferencia de prensa después de una reunión con su coalición y con el presidente del Frente Amplio, principal bloque opositor.

El escándalo estalló el miércoles cuando una subsecretaría de la cartera de relaciones exteriores hizo conocer que quisieron presionar para ocultar información a la Justicia. A raíz de eso, comenzó la sangría del gabinete con el canciller. Carolina Ache contó que el canciller Bustillo pidió que se “le pierda” el celular para evitar entregarlo a la Justicia y que no se conozcan conversaciones vinculadas a la entrega del pasaporte uruguayo a Marset. La funcionaria entregó a la fiscalía las pruebas.

Marset es un delincuente que en la última década actuó en Uruguay, Paraguay y Bolivia. Está involucrado en el transporte de cocaína al hemisferio norte, entre otros graves crímenes, y en una breve detención que tuvo en Qatar presentó un pasaporte uruguayo vigente.

En agosto último, logró escapar de un operativo policial en Bolivia, donde se investiga ahora si tuvo ayuda policial y de funcionarios. En Paraguay se sospecha, además, que puede tener relación con el asesinato, en mayo del año pasado, del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, muerto a tiros en una playa de Cartagena, Colombia, durante su luna de miel.

En la conversación filtrada, Bustillo le dice a Ache que el subsecretario de Interior, Guillermo Maciel, es “un tarado”, pero que no va a dar la información que reclamaba la Justicia, vinculada a las conversaciones con ella sobre Marset, y advirtió que si lo hacía, “se incrimina solo”. Maciel fue el primer funcionario que compareció ante la Fiscalía y evitó hablar con la prensa sobre el caso.

Bustillo se refiere a las conversaciones del 21 de septiembre y el 3 de noviembre de 2021, en las que Maciel le consulta a Ache sobre la detención de Marset en Dubai y le advierte que es un narcotraficante “pesado y peligroso”.

“Yo no creo que Maciel sea tan tarado de blanquearlos, se pegaría un tiro en el pie. Maciel no zafa mandándote al frente a vos, no zafa. Los únicos que podían detener la expedición del pasaporte o no es el Ministerio del Interior. Más allá de la alerta que te haya dado, eso no le quita la responsabilidad a él, superlativa cuando él sabía que había una investigación contra este tipo, me parecería un anormal si hace eso, se incrimina solo”, expresó Bustillo en la conversación con Ache.

Cuando la exsubsecretaria le planteó que Maciel ya había “volanteado” esas conversaciones, Bustillo respondió: “Sí, porque es un tarado, pero yo creo que a esta altura tiene que haber reflexionado y darse cuenta que no zafa por ahí; yo creo que el tipo es un tarado”.

“Que se mande al frente Maciel, vos perdé el celular… Estoy imaginando escenarios (...) hay que ir sorteando esto es paso a paso”, apuntó el canciller. En otro audio, Bustillo le dice que va a tratar de hablar con Carlos Mata -director de Asuntos de Frontera- en busca de evitar entregar los chats en la investigación administrativa y sortear la indagatoria de la funcionaria Karina Antelo“Que por lo menos no guaranguee con las preguntas, que mande a un tercero y que no sea tan incisivo”.

Ache le dice que no hay manera de no entregar los WhatsApp, Bustillo le responde: “Busquemos la vuelta para que no tengas que entregar eso porque ahí te dejan repegada, al cuete. Dejame hablar con Mata para ver si hay algún tipo de forma en la que él pueda hablar con la tipa (la funcionaria sumariante) e incidir”.

La ex funcionaria le plantea a Bustillo que igual después esos mismos chats se los va a pedir la Fiscalía en la investigación penal, a lo que el ministro de Relaciones Exteriores le responde: “Eso es otro cantar, acá hay que ir ganando tiempo y llevándola”.

Además, Ache aportó a la fiscalía documentación para probar que el asesor de Presidencia de la República Roberto Lafluf destruyó un acta notarial de la Cancillería que contenía los chats y le pidió a ella que borrara los mensajes y certificara con una escribana que esos mensajes no estaban en su celular.