El Gobierno de los Estados Unidos informó que abrirá sus fronteras a partir del 8 de noviembre para los turistas extranjeros que estén vacunados contra el coronavirus. Además, se les exigirá un test negativo con 72 horas de antelación.

Se trata de una medida que da un giro importante en la política de viajes del país del Norte, ya que desde inicios de la pandemia se lo prohibían a la mayoría de turistas provenientes de ciertas regiones como Europa, India, Brasil y China, entre otros.

Aquellos que cumplan con los protocolos sanitarios -vacunación completa y test negativo- podrán viajar a los Estados Unidos, siempre que compartan la información de seguimiento de los contactos. En tanto, los turistas que no estén inmunizados, no podrán ingresar. Distinto es el caso de los ciudadanos norteamericanos que no estén inoculados, quienes pueden regresar si presentan un hisopado PCR.

La medida se anunció por primera vez el 20 de septiembre, pero el gobierno de Biden no había anunciado inmediatamente cuándo entraría en vigor. Las compañías aéreas, golpeadas por la crisis del coronavirus, han aplaudido la medida.

Tweet de Kevin Munoz

“Esta política está guiada por la salud pública, es estricta y coherente”, publicó en Twitter el Secretario de Prensa adjunto de la Casa Blanca, Kevin Muñoz.

La fecha del 8 de noviembre aplica a los viajes aéreos, así como a una apertura en las fronteras terrestres con Canadá y México, anunciada a principios de esta semana.

¿Qué vacunas están autorizadas?

Estados Unidos considerará que las personas que lleguen por avión están vacunadas si han recibido dosis autorizadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) (Pfizer, Moderna y Johnson) o tienen una lista de uso de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Lo mismo se aplicará probablemente a los que lleguen por tierra, según informan desde la Casa Blanca.

La decisión de aceptar las vacunas autorizadas por la OMS significa que se permitirá la entrada a millones de viajeros que hayan recibido dosis desarrolladas por AstraZeneca, así como por el grupo chino Sinopharm y Sinovac Biotech Ltd. Todavía no está qué hará Estados Unidos con las personas que tienen vacunas mixtas, es decir, una dosis de una vacuna seguida de una dosis de otra.

A su vez, la otra polémica tiene que ver con las vacunas Sputnik V, fabricadas en Rusia. Según la cartera sanitaria rusa, ya hubo un acuerdo con la OMS para que aprueben la vacuna contra el coronavirus y su uso a nivel mundial.

El ministro de salud ruso, Mikhail Murashko, aseguró que "se han eliminado todas las barreras para la autorización" y que "sólo es necesario resolver procedimientos administrativos menores".

De darse esta aprobación, que aún no está formalizada, Estados Unidos tendría que aprobar el uso de las Sputnik como comprobante de certificación. Sin embargo, ya hubo un diálogo entre los países para llegar a un acuerdo. Murashko planteó que se inició un "diálogo constructivo" para que acepten a los viajeros que cuenten con el certificado de vacunación Sputnik V.