El ministro de Salud de Rusia, Mikhail Murashko, asegura haber iniciado conversaciones con Estados Unidos para que acepten a los viajeros que cuenten con el certificado de vacunación Sputnik V. Esto se debe a los rumores de que, a partir de noviembre, el territorio norteamericano aplicaría restricciones a algunas dosis de fabricación extranjera.

"Este es el inicio de un diálogo constructivo", planteó el titular de la cartera sanitaria rusa. A su vez, desde la cuenta oficial de Sputnik V, además de comunicar este hecho, agregaron que "el reconocimiento mutuo de certificados de vacunación es el primer paso hacia el reconocimiento mutuo de vacunas".

Las autoridades rusas se vienen reuniendo con muchas autoridades gubernamentales de otros países para lograr que la Sputnik V sea validada tanto para su implementación como la aceptación de certificados.

Tweet de Sputnik V

Un dato llamativo es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estaría muy cerca de aprobar la vacuna Sputnik V contra el coronavirus. Es más, el ministro de salud ruso, aseguró que "se han eliminado todas las barreras para la autorización" y que "sólo es necesario resolver procedimientos administrativos menores".

También en Twitter, el director general de la Organización Mundial de la Salud calificó como un "constructivo encuentro" el que mantuvo con el ministro de Salud de Rusia, y precisó que abordaron iniciativas como "el proceso de listado de uso de emergencia de la OMS para vacunas #COVID19".

Tweet de Tedros Adhanom Ghebreyesus

La aprobación de la Sputnik V en Europa sería un avance interesante en materia epidemiológica, pero mucho más en cuestiones geopolíticas. La aprobación de la vacuna rusa viene siendo un centro de debate en la Unión Europea, que mostró miradas muy dispares para combatir a la pandemia.

Sin ir más lejos, fue una de las últimas intensas batallas de la canciller alemana Ángela Merkel, que dejará este año su gestión tras 16 años en el poder. Además de ser una de las pocas en favor de mantener restricciones para evitar colapsos sanitarios, fue la que presionó dentro del bloque europeo para destrabar la implementación de Sputnik V en su país.