Durante la primera sesión a puertas cerradas, los líderes del mundo que participan de la cumbre del G20 acordaron este sábado adoptar un impuesto mínimo global de sociedades del 15 %, "como medida para lograr un sistema tributario más justo y evitar que las empresas se beneficien de regímenes fiscales complacientes".

La medida fue propuesta previamente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y, tras cuatro años de debate, los países se pusieron de acuerdo con el objetivo de recaudar 150.000 millones de dólares al año para enfrentar retos fiscales como la digitalización y la globalización de la economía.

El impuesto mínimo del 15% a las compañías que facturen al menos 867 millones de dólares anuales y se pagará al país de donde la empresa obtiene sus beneficios y no de donde es su sede oficial.

Desde la cumbre, explicaron que la medida "garantiza unas normas fiscales justas, modernas y eficaces, que también son fundamentales para fomentar las inversiones y el crecimiento".

El apoyo a la tasa mínima global, que se adoptará para el 2030, fue expresado explícitamente por Estados Unidos y por países como Brasil, Francia y Corea del Sur.