El precio de la energía se disparó tras invasión rusa de Ucrania a fines de febrero. En este sentido, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó a los países europeos privilegiar la segmentación del aporte del Estado a los consumidores de servicios energéticos para proteger sólo a los más vulnerables y evitar medidas de base amplia.

"Dado que es probable que los combustibles fósiles sigan siendo caros durante algún tiempo, los gobiernos deberían permitir que los precios minoristas aumenten para promover la conservación de energía y proteger a los hogares más pobres", señala el informe publicado por el organismo internacional a cargo de Kristalina Georgieva.

En el documento, titulado "Aumento de los precios de la energía en Europa después de la guerra: cómo apoyar a los vulnerables y acelerar la transición para alejarse de los combustibles fósiles", el Fondo analiza los aumento de los precios y su impacto en el costo de vida.

"Desde principios del año pasado, los precios mundiales del petróleo se duplicaron, los precios del carbón casi se cuadruplicaron y los precios del gas natural en Europa aumentaron casi siete veces. Dado que es probable que los precios de la energía se mantengan por encima de los niveles anteriores a la crisis durante algún tiempo, Europa debe adaptarse a las facturas de importación más altas de combustibles fósiles", indica el informe.

De este modo, el FMI recomienda la segmentación tarifaria para bajar el gasto fiscal e incentivar el ahorro: "En la mayoría de los países europeos, los precios más altos de la energía imponen una carga aún mayor a los hogares de bajos ingresos porque gastan una mayor parte de su presupuesto en electricidad y gas".