Desde la madrugada del domingo, Irán lanzó decenas de drones contra Israel, en una escalada de tensión sin precedentes en Medio Oriente. Desde ese momento, comenzaron a sonar las alarmas antiaéreas en las primeras horas de la madrugada local, y se produjeron intercepciones de proyectiles por parte de la defensa antiaérea. 

El ataque del país islámico es una represalia a las acciones militares que el Estado de Israel desplegó la semana pasada sobre el consulado que el régimen de Teherán posee en Damasco, la capital de Siria, donde murieron siete integrantes de la Guardia Revolucionaria de la nación persa.

Según autoridades de Israel, casi todos los misiles balísticos y drones que Irán lanzó fueron interceptados y no lograron alcanzar su objetivo. La mayoría de las más de 300 municiones iraníes, entre misiles y drones kamikaze, fueron derribados antes de llegar a Israel, a más de 1.770 kilómetros de su lanzamiento, en suelo iraní.

El ejército de Israel dijo en la mañana de este domingo que “el 99%” de los proyectiles disparados por Irán fueron interceptados por Israel y sus socios, y que solo “un pequeño número” de misiles balísticos alcanzaron a Israel. En este sentido, se produjeron daños menores en una base militar del sur de Israel sin saldo de heridos.

Según CNN, el presidente de Estados Unidos Joe Biden se comunicó con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para afirmar que eso constituía una victoria para Israel ya que el ataque había carecido de “valor”. 

¿Habrá respuesta de Israel?

La agencia estadounidense CNN, confirmó que Israel “responderá al ataque de Irán” pero no esta determinado el alcance de esa represalia. La definición surge de las declaraciones de Jeremy Diamond, funcionario israelí.

El gobierno del Estado de Israel se debate internamente entre “romper todos los platos” o hacer algo más mesurado, teniendo en cuenta que el ataque de Irán no tuvo éxito y no llegó a impactar en territorio israelí.

Por su parte, desde el gobierno fundamentalista islámico consideran que “vengaron el ataque a la embajada en Siria” y celebraron haber “alcanzado todos los objetivos, y dejado fuera de servicio un centro de inteligencia y una base aérea de Israel”, y pidió al gobierno de Netanyahu “a no responder” militarmente y exhortó a Estados Unidos a no meterse en el conflicto. 

En este contexto, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, alertó que “nueva agresión contra los intereses de la nación iraní será recibida con una respuesta más dura y lamentable”, según el canal de noticias estatal iraní IRIB.