La irrupción de la variante Delta sorprendió al mundo y revivió los peores temores alrededor del mundo respecto de la evolución del Covid-19. En efecto, en Israel tenían todo preparado para dar de baja las restricciones y tuvieron que dar marcha atrás, ya que los nuevos contagios han pasado en el último mes de un solo dígito a unos 450 al día, y el país se ha movilizado para acelerar el próximo envío de Pfizer.

En este sentido, el ministro de Sanidad, Nitzan Horowitz, manifestó que los adultos con sistemas inmunes deteriorados que hayan recibido dos dosis de la vacuna de Pfizer podrán recibir una inyección de refuerzo, y que la decisión sobre una distribución más amplia está pendiente.

Las empresas citaron un mayor riesgo de infección después de seis meses para solicitar permiso para una tercera inyección. "Estamos examinando esta cuestión y todavía no tenemos una respuesta definitiva", dijo Horowitz a la radio pública Kan, sobre un refuerzo para la población general en Israel. "En cualquier caso, a partir de ahora estamos administrando una tercera vacuna a las personas que sufren inmunodeficiencia", agregó.

Cabe señalar que la mitad de los 46 pacientes actualmente hospitalizados en Israel en estado grave están vacunados, y la mayoría pertenece a grupos de riesgo, según las autoridades sanitarias. Unos 5,7 millones de los 9,3 habitantes de Israel han recibido al menos una dosis.