El multimillonario británico Joseph Lewis, dueño de la estancia en el Lago Escondido de la provincia de Rio Negro se entregó este miércoles a la justicia estadounidense para declarar en la causa que lo investiga por fraude financiero y traficar información privilegiada.

Una fiscalía de la ciudad de Nueva York acusó al magnate de presuntamente proporcionar información confidencial sobre empresas que cotizan en bolsa a varios allegados que obtuvieron beneficios con la compra y venta de acciones.

La acusación contra el empresario de 86 años tiene un total de 29 páginas y allí enumera 19 cargos contra el empresario, incluidos varios por “fraude bursátil”. Esto lo pone en la situación de tener que enfrentar hasta 25 años de prisión por el cargo más grave, según precisó la agencia de noticias AFP.

“Lewis abusó de su acceso a las salas de juntas de las empresas y proporcionó repetidamente información privilegiada a sus parejas sentimentales, sus asistentes personales, sus pilotos privados y sus amigos”, dijo el fiscal Damian Williams.

“Esa gente hizo entonces negocios con esa información privilegiada y ganó millones de dólares en bolsa, gracias a Lewis esas apuestas eran algo seguro”, sentenció el magistrado.

En su defensa, el empresario se declaró “no culpable” en una primera instancia y quedó libre bajo una fianza de 300 millones de dólares, para la que puso como garantías su yate Aviva de 98 metros de largo y su avión privado, en un acuerdo aprobado por la juez de instrucción estadounidense Valerie Figueredo. 

Para cumplir ese acuerdo, deberá permanecer en los estados de Nueva York, Georgia o Florida y entregar sus pasaportes.