Junto a familiares y víctimas del brutal ataque a las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, encabeza la jornada de homenajes en la ciudad de New York, en medio de un fuerte operativo de seguridad que involucra a miles de miembros de las distintas fuerzas.

Los ex presidentes Bill Clinton y Barack Obama acompañan a Biden en memorial del World Trade Center, mientras que George Bush participará de un acto en Pennsylvania. También están presentes Michelle Obama y Hillary Clinton.

Lo llamativo del acto fue la decisión de Biden de no dar un discurso. Desde la Casa Blanca explicaron que "el presidente sintió que era importante visitar cada uno de estos tres sitios para conmemorar las vidas perdidas, los sacrificios realizados, en un día que ha impactado a millones de personas en todo el país, pero ciertamente a muchas personas en esas comunidades. Para hacer eso, él asistirá a una ceremonia en la que varios otros ex presidentes y funcionarios prominentes escucharán los nombres de esas vidas que se perdieron en ese período de tiempo".

Biden prefirió emitir un video horas antes donde expresó: "No importa cuánto tiempo ha pasado, esta conmemoración trae todo el dolor de vuelta, como si hubieses recibido la noticia hace unos pocos segundos". "Tenemos la esperanza que 20 años después, la memoria de sus seres queridos, traiga una sonrisa en tus labios incluso si sigue trayendo una lágrima a tus ojos. Los días siguientes a ese 11-S, vimos heroísmo en todas partes y una verdadera sensación de unidad nacional", agregó.

"Aprendimos que la unidad es la única cosa que nunca debe romperse. La unidad es quien nos hace quienes somos, para mí es la principal lección del 11 de septiembre. En el momento de nuestra mayor vulnerabilidad, la unidad es nuestra mayor fuerza", enfatizó en el video publicado a través de las redes sociales oficiales.

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Tweet de President Biden

El 11 de septiembre de 2001, un grupo de terroristas de Al Qaeda secuestraron cuatro aviones comerciales y los estrellaron contra las Torres Gemelas, el Pentágono a las afueras de Washington, mientras un cuarto, presuntamente dirigido al Congreso, cayó en un campo en Pensilvania.

Se trató del mayor atentado que sufrió Estados Unidos y dejó un saldo oficial de  2.973 víctimas fatales.