Brasil atraviesa su momento más crítico por la segunda ola del coronavirus, con tasas récord de ocupación de camas en casi 20 capitales y un récord de muertes. Ayer hubo 1.641 fallecidos, una cantidad sin precedente para un solo día. Ahora San Pablo, la mayor ciudad del país, enfrenta un escenario complicado por el colapso de la terapia intensiva en hospitales privados.

Ayer, el gobernador de San Pablo, João Doria (PSDB), pidió a la población que colabore para evitar el colapso total del sistema de salud del estado luego de advertir que hay hospitales con ocupación del 100% de la terapia intensiva, parte de ellos en la red privada.

"La situación de la pandemia es muy grave en Brasil. Y no es diferente en el estado de San Pablo. Llevamos 11 días consecutivos batiendo el récord de hospitalizados en camas de UCI, cifra que ya supera en un 16% el pico registrado en la primera hola, en julio / 2020", dijo Doria en Twitter.

João Doria on Twitter

De hecho, se hoy en conferencia de prensa, el gobernador anunció el pase a la "fase roja", donde solo trabajadores esenciales podrán salir a las calles durante 14 días. Estas restricciones también podrían trasladarse a las actividades deportivas profesionales y recreativas.

Desde fin de semana pasado, comenzó a regir un lockdown nocturno, de 23 a 5, hasta el 14 de marzo en San Pablo para evitar aglomeraciones. El gobierno impuso multas a 286 establecimientos que no cumplieron con la normativa.

Mapa de ocupación de camas en Brasil. Mucha preocupación por la variante Amazonas.
Mapa de ocupación de camas en Brasil. Mucha preocupación por la variante Amazonas.

Ayer el estado alcanzó 60.014 muertes por coronavirus. En las últimas 24 horas, el Departamento de Salud registró 468 muertes, el número más alto desde el inicio de la pandemia.

Este contexto de crisis se traslada a muchas ciudades importantes de Brasil. Uno de los casos es el de Porto Alegre, donde el sistema de Salud está colapsado y la demanda supera a la cantidad de recursos para atender a las personas.

Data Clave habló con Leandro Behs, periodista en esa ciudad, y manifestó: "La situación está muy dramática. Hay gente enferma que tiene que volver a casa porque no hay lugar para atenderse. La gente se muere porque los médicos no dan abasto para tratar la enfermedad. Están eligiendo qué casos más graves conseguirían salvarse".

"Están eligiendo gente que pueda sobrevivir. Es una situación realmente caótica. En otras ciudades la ciudad es la misma y los casos se dan de forma muy veloz. Tenemos a un presidente que no compra la vacuna para nosotros, estamos a merced del destino", agregó.

Por último, le aclaró a este medio: "Ahora estamos vacunando a mayores de 80 años y las edades están bajando, pero hasta que llegue a la vida de los 20 o 30 años no creo que sea este año, y más si seguimos con esta dinámica. Es una situación muy triste, dolorosa y compleja. La gente se está muriendo de forma más letal y veloz".

La cepa brasileña, una variante peligrosa del covid-19

La variante del Amazonas del coronavirus tiene capacidad de reinfectar a quienes ya fueron víctimas de Covid-19, abriga un poder duplicado de contagio y fue llevada involuntariamente a todo Brasil en aviones de línea que trasladaron hasta febrero unas 92.000 personas, según reveló estudio conjunto de científicos de la Universidad de San Pablo (USP) y de la Universidad de Oxford, Reino Unido.

Este estudio se suma a otro de la USP y de la Universidad de Campinas -aún no fue revisado por pares científicos- que indica que existen resistencias de la versión de Amazonas o P.1 a ocho pacientes que hicieron la prueba con la vacuna CoronaVac, del laboratorio chino Sinovac, adquirida por el Instituto Butantan de Brasil y la más aplicada en el país para frenar la pandemia.

Lo cierto es que la segunda ola de coronavirus en Brasil, con 1.200 muertos diarios de promedio, está vinculada a la explosión y diseminación de esta variante, que según el nuevo estudio brasileño-británico, surgió en Manaos, capital de Amazonas, en noviembre.