El directorio del Banco Central de la República Argentina tomó la decisión de reducir la tasa de política monetaria de 60% a 50% TNA. Esta es la quinta baja de tasas en la administración de Javier Milei. Recordemos que nos referimos a la tasa de interés que el Banco Central les paga a los bancos nacionales y privados tenedores de pases pasivos con liquidez a 1 día. Consecuentemente, la TEA (tasa efectiva anual) que pagan estos instrumentos pasó de 82% a 65%. 

Haciendo un repaso de los últimos meses: el gobierno asumió el 10 de diciembre con un déficit fiscal primario en torno al 2,9% del PBI y con la famosa “bola de nieve” de las Leliqs y Pases Pasivos que representaba, solo en intereses y sin considerar capitalización, aproximadamente 10% del PBI. La situación era dramática, y la incertidumbre sobre el plan económico potenciaba los problemas. 

Hoy el contexto cambió rotundamente y la consistente baja de tasas es una medida acertada. El devengamiento de intereses es una de las mayores fuentes de generación de dinero en la economía y atacar esa fuente de emisión es casi tan importante como no asistir al Tesoro para desacelerar la inflación. Con la eliminación de las Leliqs, los flujos de deuda del Banco Central se unificaron en Pases Pasivos y a partir de ahí el gobierno pasó de fijar una TNA de 126% a 50%. 

¿Qué hay detrás de la baja de tasas del Banco Central?

Previo a encarar este proceso el mercado temía por una corrida hacia los dólares financieros en caso de que haya un relajamiento de la política monetaria. La realidad mostró otra cosa: los dólares bajaron y se quedaron estables. Es que los controles de capitales siguieron firmes, lo cual no deja muchas alternativas, y la expectativa a futuro es que la economía se monetice a partir de que la inflación le siga ganando al dólar. De hecho, los activos en pesos fueron los mejores del mundo para colocar dólares “guardados en el colchón” y aumentar su valor. 

Con esta política, el Banco Central logra reducir la emisión endógena de dinero desde el pico de octubre de 2023 (5,65 billones a precios de hoy) a tan solo 1,55 billones. Esto es equivalente a pasar de intereses de deuda remunerada de 10,8% del PBI en octubre a tan solo 3,4% en mayo. El proceso de saneamiento de la autoridad monetaria es contundente. 

¿Qué hay detrás de la baja de tasas del Banco Central?

Cuantos menores sean los depósitos que absorba el Banco Central de los bancos comerciales, mayores recursos estarán disponibles para prestarse al sector privado. De aquí es que estamos viendo la resurrección del crédito hipotecario. El crédito es uno de los instrumentos fundamentales para el crecimiento sostenido de cualquier economía y reducir la tasa del BCRA es el camino correcto para lograrlo. Los bancos dejarán de ser un simple intermediario entre los individuos y el Banco Central para volver a dedicarse a su trabajo normal que es intermediar el ahorro y la inversión del sector privado. Es esperable que en la medida que este proceso se consolide, también mejoren las tasas de los créditos hipotecarios y haya un crecimiento del sector inmobiliario que viene de varios años complicados. 

La clave está en la salida del cepo y el consecuente plan de estabilización que anuncie el gobierno para terminar de definir el rumbo. Es imperioso que esto suceda para que Argentina salga de la recesión. Cuanto más se postergue la apertura, mayor será el costo en términos de actividad.