El índice Big Mac es una medida económica informal que busca responder a estas preguntas. Fue creada por la revista The Economist en 1986 como una forma de comparar el poder adquisitivo de diferentes monedas y determinar si están sobrevaloradas o subvaloradas en relación con el dólar estadounidense. Para eso se toma como referencia un producto vendido en casi todos los países del mundo y con el mayor grado de homogeneidad posible: la hamburguesa Big Mac, vendida por la cadena McDonald´s.

La idea es comparar su precio alrededor del mundo. En teoría, los tipos de cambio entre dos monedas deberían ajustarse para que un mismo producto (en este caso una Big Mac) tenga un precio similar si lo medimos en la misma moneda; concepto denominado como PPA (Paridad de Poder Adquisitivo). Si esto no se cumple y, por ejemplo, una Big Mac cuesta más en un país que en otro, podríamos argumentar que la moneda del país donde es más cara está sobrevalorada en comparación con la moneda del país donde es más barata. Por otro lado, si cuesta menos en un país que en otro, la moneda del primero podría considerarse subvalorada en relación con la del segundo país.

El último dato publicado del índice Big Mac, a junio 2023, indicaba que nuestra moneda estaba sobrevaluada un 7,4% en relación con el dólar estadounidense -tomando su valor oficial-. Esto implicaba que Argentina era el cuarto país más caro a nivel global para comprar la clásica hamburguesa y el segundo en Latinoamérica, solo superado por Uruguay.

Considerando la inconsistente coyuntura económica en los últimos meses (precios y tipo de cambio), ¿cómo se modificó esta situación?

Una Big Mac en Argentina, en septiembre 2023, cuesta $2.300, mientras que en Estados Unidos (en promedio, a julio 2023), USD 5,61. ¿Esto es equivalente? La primera pregunta que surge es qué tipo de cambio deberíamos utilizar en esta comparación. Si es el implícito (teniendo en cuenta una paridad de poder adquisitivo), $410,14 (diferente al actual), lo que deja claro que no se cumple esta paridad teórica.

En cambio, si utilizamos el tipo de cambio oficial, encontramos que la Big Mac en Argentina cuesta USD 6,27, demostrando que nuestra moneda estaría sobrevaluada un 11,86%. Ahora, si utilizamos el tipo de cambio paralelo, la hamburguesa en Argentina cuesta USD 3,13 y el peso argentino pasa a estar subvaluado un 55,8%.

Como conclusión, podemos ver que la Big Mac aumentó de junio a septiembre un 39% y el tipo de cambio oficial un 33%, mostrando que la moneda argentina actualmente está aún más sobrevaluada que en la última medición. Esto podría demostrar un rezago en el tipo de cambio en relación con los aumentos de precios. Debemos tener en cuenta la limitación de este tipo de conclusiones, considerando que el aumento de precios de un producto en particular no refleja la inflación de la economía en el período.

En contraste, la devaluación en el tipo de cambio paralelo fue del 49%; por lo que, si lo analizamos desde esta perspectiva, la hamburguesa es aún más barata en dólares que en junio.

A pesar de la simplicidad y las limitaciones de este indicador económico informal, el índice Big Mac nos permite analizar de manera interesante los tipos de cambio y el poder adquisitivo de diferentes monedas de manera accesible. Es importante recordar que este índice tiene sus restricciones y no refleja todos los factores económicos, pero sigue siendo una herramienta valiosa para arrojar luz sobre las complejidades de las economías globales.