El whatsapp desactivado de LLA, un DNU que ¿sale o sale? y el "Marcos Peña" de Javier Milei

El gobierno de La Libertad Avanza atraviesa la primera turbulencia fuerte de su “flamante” gestión, que podría transformarse en una pesadilla, de no lograr sortearla indemne. La implementación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que propone la desregulación de la economía y el paquete de leyes incluido en la iniciativa “ómnibus” que transita por la misma senda, fueron torpedeados en el Congreso por el embate de la oposición, mientras que las presentaciones judiciales hicieron lo propio en los tribunales.

En ese contexto adverso, Javier Milei procura contener una interna palaciega desatada por los cuestionamientos al rol que desempeña el Jefe de Gabinete Nicolás Posse. “Es el Marquitos Peña de Javier”, confió a Data Clave un colaborador que participa de los grupos de trabajo libertarios. “Hay una imagen muy clara, fijate el día de la asunción cuando caminan hacia la Catedral, Posse va al lado de él y de la vicepresidenta, es muy alevosa su influencia en el gobierno”, completó la fuente.

Equipos técnicos “depurados”

El rol del actual jefe de gabinete cobró trascendencia durante la campaña. Era “la persona encargada de recaudar el dinero mediante el sistema de fundraising”, tal como lo describió un testigo en la causa abierta por la presunta venta de candidaturas en LLA ante el fiscal Ramiro González. En su rol de recaudador, fue el encargado de pedir los favores que, al llegar al gobierno, se ve en la obligación de devolver. 

Hasta asumir el primer cargo público de su vida, era el gerente general de la unidad de negocios Sur, es decir, el responsable de todos los aeropuertos de la Patagonia. La empresa que tiene la concesión de los aeropuertos es Aeropuertos Argentina 2000, cuyo principal accionista es Corporación América, el holding de Eduardo Eurnekian. Fue en ese ámbito donde Posse conoció y se hizo amigo del hoy presidente de la Nación.

Además de recaudador de la campaña, el Jefe de Gabinete estuvo a cargo de la coordinación de los equipos técnicos del partido, es decir el grupo de personas agrupadas de acuerdo a los temas de interés, que se transformaron en referentes destinados a ocupar cargos de la gestión, una vez que el nuevo gobierno asumiera.

Pero pasaron cosas. “En el grupo de whatsapp de los Equipos Técnicos éramos 74, que veníamos trabajaron junto a Milei desde junio de 2021, de todos, solo doce llegaron a ocupar cargos en el gobierno”, relató a este portal otra fuente muy cercana al primer mandatario. “Todos los que trabajaron en las áreas de cultura, cine, turismo, industria, minería, fueron dejados al margen y apenas quedaron los que Posse aprobó”, completó el indignado libertario.

Entre los que quedaron, existen también cortocircuitos manifiestos en la relación con el ministro de ministros. La interna con Victoria Villarruel es resonante; ni hablar de la mirada transversal que le propina “El Jefe” Karina Milei cada vez que el funcionario se encierra con su hermano a conversar “temas de gestión”. Y esta semana, terminó de estallar el conflicto con el ministro del Interior, Guillermo Francos.

“Posse le saco a Francos toda la plata que podía negociar con los gobernadores y se la dio a Caputo, con ese desactivó el rol de la cartera política”, explicó otro vocero oficioso de LLA. Algo de este puterío insinuó Jorge Rial a través de las redes sociales, con un posteo que generó más de una repercusión puertas adentro del búnker libertario.

¿Sale o sale?

"Estamos trabajando a brazo partido para evitar la crisis, salir adelante y que cada esfuerzo valga la pena. No hacer nada o seguir haciendo lo mismo que veníamos haciendo iba a ser infinitamente peor. No quiero una Argentina con 98 por ciento de pobres y la mitad de indigentes", le dijo Milei al programa “Wake Up” (Delta 90.3)

Antes de comenzar su reunión de gabinete, el mandatario aseguró que "dos tercios de las mejoras" que impulsó desde que llegó al gobierno el 10 de diciembre pasado "se van a ver en 15 años" y sostuvo que el objetivo de esas decisiones es tener "un ingreso per cápita 10 veces más alto" y ser de "los países más ricos del mundo".

Al ser consultado sobre un posible rechazo del Congreso a la llamada “ley ómnibus” y los recursos de amparo presentados en el Poder Judicial contra el DNU de desregulación de la economía, el presidente utilizó una metáfora futbolera para responder: “Los partidos tienen 90 minutos, no terminan hasta el pitazo final, así que estamos confiados que todo va a salir adelante”.

Para sus allegados “Javier está convencido que la reforma sale o sale, y si el Congreso o la justicia se lo impide, va a avanzar con el plebiscito y si le hacen un paro, lo va a aguantar y va a seguir adelante, porque el piensa que esto es un trabajo y que tiene que cumplir una misión y la va a cumplir”.

A la pesca de errores que pueden costar caro

Desde el entorno mileista creen que parte de los errores cometidos a la hora de avanzar del modo que se avanzó con el DNU y el mega proyecto se debe a que “se le otorgó a Posse el manejo de áreas en las que tendría que poner una mirada más atenta el propio presidente y por eso pasan cosas como lo del código aeronáutico y la la ley pesca".

El DNU modifica a la norma madre del transporte aéreo en el país que es el Código Aeronáutico. En concreto, el decreto incluye 64 artículos destinados a modificar otros tantos de la Ley N°17.285, porque el artículo 182 del DNU, declara al  transporte aéreo como "servicio esencial". Lo mismo sucede con el Artículo 204 del DNU, que modifica el Artículo 91 del Código. La declaración de servicio esencial supone poder limitar las huelgas. Todo servicio esencial debe garantizar un piso mínimo de operaciones. 

"Lo curioso es que según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), esenciales son otras áreas como los servicios sanitarios y de salud, por ejemplo. En transporte aéreo, esencial es todo lo relacionado con los controladores de vuelo y asistencia a la navegación aérea" explicó un abogado experto en temas laborales. La gran duda es si la política de cielos abiertos, en la idea del gobierno, es una desregulación para promover más competencia o es la apertura unilateral del cabotaje para que aerolíneas extranjeras puedan operar. 

Por su parte,  varios empresarios de la industria pesquera y de los astilleros marplatenses alertaron acerca del impacto negativo que tiene el DNU para ambos sectores. Uno de ellos, denunció que "las modificaciones a la Ley de Pesca previstas en la llamada Ley Ómnibus representan una entrega de los recursos del Mar Argentino a flotas extranjeras y en particular a los chinos y esto dinamitará los empleos del sector no solo en Mar del Plata sino también en el sur del país".