Mientras todavía el gobierno nacional hace el control de daños de lo que fue el Olivos Gate, en las últimas horas circuló una carta abierta del ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, dirigida al Presidente Alberto Fernández. La misiva en cuestión hecha leña al fuego de las internas del Frente de Todos.

Las diferencias entre uno de los alfiles de Cristina Fernández de Kirchner en la provincia con el Ejecutivo nacional no son nuevas. Desde el inicio de la gestión de Alberto fueron públicos sus roces con la titular de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic. Ahora, Berni fue un poco más allá y le mojó la oreja al Presidente.

“El perdón está en la base de toda sociedad. El perdón es reconocer en el otro nuestra propia naturaleza de fragilidad, y supone un acto de reflexión para no reincidir en el mismo error, en la misma falta. Claro que para que exista el perdón se necesitan dos requisitos: reconocimiento de la falta propia y arrepentimiento”, manifestó en el documento Berni.

Y agregó: En el caso de la foto de cumpleaños, el Presidente en primer término negó el hecho. Luego no pudo seguir sosteniendo la falsedad de la noticia. Entonces eligió el camino de deslindar la responsabilidad hacia su propia mujer”.

En la misma sintonía, el funcionario expresó: “Nadie pide que el Presidente se flagele en público ni que se arranque los cabellos como acto de automortificación para la obtención del perdón e indulgencia colectiva. No. Se pide algo más elemental y sencillo. Que ponga fin a la práctica de justificar dialécticamente cualquier cosa con cualquier argumento. Que asuma la realidad de un país que necesita como nunca de firmes liderazgos que ofrezcan templanza, capacidad de trabajo, visión estratégica, comprensión del país que se pretende conducir y compromiso y solidaridad con quienes nos eligieron para que resolvamos los problemas de la vida cotidiana”.

Y disparó:No me gusta hacer leña del árbol caído. Pero tampoco podemos encerrarnos en un mutismo complaciente y celebratorio de la insensatez y la irresponsabilidad. Estos episodios debilitan la política, debilitan un proyecto nacional, debilitan la legitimidad presidencial, debilitan la posibilidad de construir consensos sociales para sacar a la Argentina del triste lugar en que se encuentra. Y dan lugar a los discursos más retrógrados que acechan esperando los yerros nuestros para volver a la carga con los designios entreguistas de siempre”.

En tanto, el titular de la cartera de Seguridad bonaerense afirmó que “hay quienes dicen que con estos razonamientos podemos poner en peligro la campaña. A esos compañeros les quiero decir que no se equivoquen, que quien esto escribe es un militante. El Pueblo no es tonto y sabe que en esta elección se juegan sus propios intereses. La opción de hierro es defender un proyecto que tiene por horizonte el desarrollo productivo, el trabajo y la inclusión social, o volver a las políticas de ajuste y de entrega”. 

Por último, Berni sentenció: “Señor Presidente: nosotros tenemos que dar el ejemplo, ser mejores que los demás, ser más éticos, trabajar el doble, asumir los errores propios y cuidar a nuestros compañeros. Y a nuestras compañeras, claro. Porque si entregamos a nuestra compañera a la primera de cambio con el solo objeto de salvar nuestro pellejo, es difícil que nos crean capaces de defender los altos intereses de la Patria. Y cuando eso sucede, se resiente la legitimidad política de un proyecto, se horada la base de sustentación propia y sucede lo que Ud. no necesita que yo le narre”.