La diferencias en el partido fundado por el ex presidente Mauricio Macri no son ninguna novedad. Ya fuera del gobierno, los amarillos se sumergieron en una interna feroz ante la ausencia de liderazgos claros.

En ese interín, sus socios en Juntos por el Cambio empiezan a pedir pista. Con Facundo Manes lanzado en la UCR, el PRO juntó a la tropa bonaerense en Olavarría, con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el alcalde de Vicente López, Jorge Macri, como gesto de hermandad. Acordaron ir con un candidato único contra el radicalismo.

Según pudo saber Data Clave, como resultado de la cumbre de intendentes, se llegó a un consenso para que el PRO en la provincia de Buenos Aires tenga un solo candidato, que no haya internas en el partido. Y que ese candidato sea el que enfrente al candidato de la UCR. La decisión de quién será el candidato la tomará la mesa provincial.

Si bien no trascendieron nombres tras el encuentro, el jefe comunal de Vicente López, Jorge Macri, está lanzado desde hace tiempo. Su presencia en la reunión que encabezó el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, sorprendió a propios y ajenos, pero tuvo como objetivo refrendar la máxima de la unidad y disipar los rumores de interna.

Pablo Petrecca, intendente de Junín, manifestó a Data Clave que “los intendentes pedimos que las decisiones de Provincia sean tomadas por la mesa provincial y se respeten los territorios”. Por su parte, el anfitrión, Ezequiel Galli confió a este medio que “fue una buena reunión para dar discusiones internas y ya pensando en el cierre de listas del 24 de julio”. Pero prevaleció el hermetismo sobre cuáles fueron aquellos entredichos.

“Nos convocó Larreta a los intendentes del PRO. Hablamos de estar lo más unidos posible, como lo hemos hecho durante todo este tiempo”, señaló el alcalde de Carmen de Patagones, José Luis Zara a Data Clave. Asimismo, el alcalde manifestó: “es importante que cuando se tomen decisiones tengamos la posibilidad de consensuarlas. Sobre todo los intendentes que tenemos territorio y venimos al frente de los municipios desde el 2015”.

Participaron Héctor Gay (Bahía Blanca), Guillermo Montenegro (General Pueyrredón), Javier Martínez (Pergamino), Mariano Uset (Coronel Rosales), Mariano Barroso (Nueve de Julio), Héctor Gatica (Bragado), Jorge Etcheverry (Lobos), Gustavo Perie (Ramallo), José Luis Zara (Carmen de Patagones), Camilo Etchevarren (Dolores), Lisandro Matzkin ( Coronel Pringles), Javier Reynoso (Rivadavia),  Javier Iguacel (Capitán Sarmiento), Hernán Bertellys (Azul)

Una imagen ¿vale más que mil palabras?

Si bien la foto de los alcaldes del interior de la provincia juntos es elocuente, lo cierto es que de acá al 24 de julio, fecha del cierre de listas, todavía queda mucha agua por correr. Es difícil creer que la pirotecnia desparramada semanas atrás hoy se apague casi como por arte de magia tras una reunión.

La interna en el PRO viene de larga data y a grandes rasgos podría decirse que está dividida entre el ala dura comandada por Patricia Bullrich a nivel nacional y en CABA; y Jorge Macri en territorio bonaerense. Luego están los moderados, encabezados por Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. Y entre ellos se disputan los primeros lugares de las listas de cara a las PASO. O al menos eso esperan que suceda.

Se descuenta que la gran mayoría de los intendentes, sobre todo los del AMBA y aquellos de las ciudades más grandes del interior apoyarán la precandidatura de Macri. Pero, por lo bajo, no son pocos los que empiezan a mirar con cariño al vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, impulsado por Larreta. 

Por supuesto, y repetido hasta el cansancio entre los referentes amarillos y sus socios del radicalismo y la CC-ARI, todo está atado a la decisión de la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. No obstante, ya no la esperan sentados. Ni en el PRO (su partido) ni en los compañeros de alianza, que ya comienzan a mostrar signos de impaciencia y ya trabajan en una alternativa.

Ante la interna del PRO, sus socios se impacientan

Una de las claves del liderazgo del macrismo en Juntos por el Cambio fue durante toda la gestión de Mauricio Macri, la pasividad con la que la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica aceptaron su rol secundario y casi testimonial en el Gobierno. Sobre todo la UCR, cuya estructura en todo el país fue fundamental para que la alianza logre el histórico triunfo en 2015.

Ya sin la responsabilidad de ser gestión, los radicales pegaron el golpe sobre la mesa y fueron a buscar un nombre de peso para disputar el primer lugar de la lista al Congreso en la provincia: el neurocientífico Facundo Manes. Sin confirmación oficial, el médico ya le confió a los suyos que aceptará el desafío y será el precandidato del partido centenario. Con él, se ilusionan los correligionarios con arrebatarle el primer lugar de la lista a sus socios.

Las negociaciones para que Manes acepte el convite se iniciaron hace tiempo pero se reforzaron esta semana con reuniones con el diputado provincial y mandamás radical bonaerense Maximiliano Abad y el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. Este último disparó con munición gruesa contra el macrismo y aseguró que "Juntos por el Cambio en los últimos tiempos se ha convertido en una telenovela del PRO. Se pelean entre ellos y se han olvidado del radicalismo". También metió presión el diputado nacional y presidente de la UCR Alfredo Cornejo. En una cumbre días atrás sellaron el compromiso.

Pero no son solo los radicales quienes pierden la calma. Otra de las aliadas estratégicas del ingeniero en su mandato fue la líder de la CC-ARI, Elisa Carrió. Lilita adoptó una postura más moderada en el último tiempo, en línea con la prédica de Larreta y Vidal, pero en los últimos días mostró gestos de desaire para con el PRO. Mantuvo un encuentro con radicales bonaerenses por un lado y por el otro, realizó explosivas declaraciones

“Hay mucho destrato a los que acompañamos y a mí personalmente que trato de estar con todos. La queja es por parte del radicalismo y de mi partido, que está en una situación límite. Mi partido está cansado del destrato”, disparó la exdiputada en diálogo con CNN radio.

Ante este escenario, el PRO se empieza a encerrar en su propia encrucijada, donde deberá plantearse si sus diferencias internas son más importantes que sostener la supremacía dentro de un espacio que ya sin las mieles del poder, comienza a dar signos claros de resquebrajamiento.