El valor del dólar es una constante en la vida de los argentinos. Nuestra moneda sufre constantemente de depreciaciones frente a otras monedas que afectan nuestra forma de concebir el valor de la misma y conlleva a que el peso pierda la función de moneda, que son a conocer:

-Unidad de cuenta: sirve a modo de fijación de precios de bines y productos

-Medio de cambio/pago: se utiliza para intercambiar/pagar bienes y servicios de manera eficiente y unificada. Es un intermediario.

-Reserva de valor: se utiliza a la moneda como un método para conservar el poder adquisitivo o capacidad de pago en el tiempo.

Ahora, lo que nos ocurre es que cuando alguna de estas funciones se distorsiona y/o se pierde, empiezan a ocurrir fenómenos sumamente nocivos para las economías involucradas. La inflación es una inmediata y tangible reacción frente a cualquiera de estos escenarios y lógicamente cualquier persona, racionalmente, buscara resguardar sus tenencias en otros activos que son, a su percepción, mas estables y si cumplen la función de moneda: como el dólar.

Fuente: Fondo Monetario Internacional
Fuente: Fondo Monetario Internacional

¿Qué pasa en el mercado?

La relación ARS/USD (cuantos pesos por dólar) es el termómetro de las finanzas argentinas y en cierta medida, el de la economía ya que indirectamente todos los bienes y servicios se nominan en dólares. Si bien notamos desde las mesas de dinero que el tipo de cambio se mantiene estable, esta es una mera ilusión sostenida de manera artificial a manera que no se provoque un sobrecalentamiento de la dinámica cambiaria.

¿Qué quiere decir esto? Si nosotros le prestamos atención a los datos inflacionarios, notaremos fácilmente que los números no son nada alentadores (IPC enero 4.0%, IPC febrero 3.6%), sin embargo, el dólar contado con liquidación, es decir, el que se comercia entre privados, no ha tenido movimientos significativos en los últimos dos meses, pero ¿Por qué?

Porque el tipo de cambio está siendo sostenido. No solo el oficial, si no que existen participantes que aprovechando la brecha entre el dólar oficial y el contado con liquidación, compra el barato y venden el caro. Simple.

Si bien, estacionalmente existe un fenómeno de liquidación por parte del agro, no es normal la tranquilidad en este segmento. Denotamos que no solo es en el segmento del dólar spot, sino también en el mercado de futuros donde las tasas implícitas (diferencia anualizada en términos relaticos entre el dólar futuro y el spot) han tenido una contundente compresión a manera de “alinear” expectativas de mercado. Lo cual, es todo artificial.

Con solo mirar las paridades de los bonos en estos últimos meses, comparándolas con los movimientos de todos los tipos de cambio, rápidamente nos daremos cuenta de que un tipo de cambio estable con paridades (precio del bono actual sobre su valor facial) destrozándose no tiene nada de normal.

A esto se le deben sumar las restricciones temporales para el acceso al dólar contado con liquidación. Recordemos que para acceder a dólar MEP o dólar CCL (contado con liquidación), debemos comprar un título por mercado en ARS y venderlo en D (MEP) o C (CCL). Cuando compramos el titulo en ARS, debemos mantenerlo entre 1 y 3 días para poder venderlo contra D o C respectivamente. Esto expone al inversor al riesgo de volatilidad de precio del bono durante 1 o 3 días pudiendo realizar compras mas baratas o mas caras de lo que figura en pantalla.

No estamos mas que ante un escenario de restricciones que provocan una ilusión de estabilidad pero que no es ni mas ni menos que una relativa olla de presión.

La pregunta natural es: ¿entonces esto explota o no? La respuesta no es tan sencilla y caemos en el famoso “depende”. Entre esos “depende” tenemos la cosecha y liquidación de granos que se avecinan, los flujos a mercados emergentes, las elecciones legislativas de octubre y algún eventual acuerdo con el FMI.

Fuente propia
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