El Gobierno comenzará este viernes su “guerra” contra la inflación y ya empezó a delinear su calendario de batallas. El próximo lunes, el presidente Alberto Fernández tendrá una reunión con empresarios y sindicalistas para coordinar la dinámica de precios de, al menos, los próximos meses.

Los presentes serán los mismos que el año pasado. Así se lo comunicó este jueves el Presidente al titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, los secretarios de la CGT, Héctor Daer; de la CTA, Hugo Yasky, en un encuentro que mantuvieron con el ministro de Trabajo Claudio Moroni y el de Economía, Martín Guzmán.

El encuentro tuvo lugar después de que el titular de la cartera laboral acordara con empresas y sindicatos, salvo la CTA díscola, que durante el salario mínimo, vital y móvil tendrá una suba de 45% en cuatro tramos hasta diciembre.

La estrategia también resulta similar a la del año pasado, o sea, “anclar expectativas” sobre la nominalidad que tendrán la inflación y los salarios. La visión oficial en on es una suba de entre 38% y 48%, aunque en off se reconoce una muy cierta posibilidad de que se acerque más a la segunda .

En ese contexto, Héctor Daer, fue quien anunció que desde la próxima semana estarán convocados la CGT, la CTA y los empresarios "para poder encontrar caminos que nos permitan ir transitando hacia lo que puede ser un futuro acuerdo".

Por su parte, Funes de Rioja, afirmó estar "convencido en trabajar en conjunto los problemas del país y enfrentar estos problemas globales" generados a raíz de la pandemia del coronavirus (Covid-19) y la guerra entre Rusia y Ucrania "para darle previsibilidad al país" y que permita "mayor inversión y crecimiento".

"Si podemos incrementar la producción, abastecer mejor el mercado interno y exportar más el crecimiento será menos penoso para resolver los problemas internos y los de deuda que la Argentina tiene", expresó Funes de Rioja.

Mientras, el diputado y secretario general de la CTA Yasky, consideró que "la preocupación es contener el aumento de los precios". Según señaló, se debe "generar un tipo de acuerdo que permita transversalizar entre el sector empresario, trabajadores y Gobierno para algunas medidas que se puedan tomar".

La coyuntura actual no resulta alentadora por la guerra en Ucrania que acentúa los problemas de inflación internacional, una de las tantas consecuencias que dejó la pandemia. Sobre todo si se tiene en cuenta que con un plan similar el año pasado los precios minoristas escalaron al 50,9% y acumularon 123% desde que asumió el Frente de Todos.

En 2021, los salarios privados y públicos, en promedio, terminarán unos pocos puntos por encima de la inflación. Sin embargo, corrieron de atrás todo el año porque lo acordado en la mesa tripartita terminó sirviendo como techo de las paritarias que, con posibilidad de revisión, recuperaron terreno hacia el final del año. Para los informales la pérdida promedió el 30%.

Sin poder adquisitivo, el consumo, que representa el 75% del PIB, no podrá despegar y la recuperación económica será más lenta. El humor social también, las protestas son cada vez más frecuentes en el centro porteño, no sólo por el acuerdo con el Fondo, sino que las manifestaciones son cada vez más periódicas y concurridas frente al Ministerio de Desarrollo Social.

Los alimentos se encarecieron 7,5% en febrero, sin el efecto de la suba en los precios internacionales por la invasión rusa en Ucrania. Mientras, el Gobierno tiene en carpeta varias medidas que serán anunciadas el viernes. Una de ellas incluye que los empresarios se comprometan a sumar volúmen a Precios Cuidados y mantener los precios que iban a ser revisados en abril algunos meses más o con subas de hasta 2%.

Vale destacar que esta estrategia está incluida en el programa con el Fondo Monetario Internacional como uno de los antídotos a las múltiples causas que, coinciden el Gobierno y el organismo, tiene la inflación.