35% y sueldo mínimo a $93 mil, bono de fin de año de $70 mil pesos y otro de $90 mil para los operarios que desempeñaron tareas durante la pandemia. Ese fue el acuerdo alcanzado entre los principales gremios aceiteros y el sector privado, con el Gobierno oficiando de árbitro, y que los coloca entre los rubros con mejores recomposiciones salariales del país. 

El acuerdo se selló el martes a la noche, tras casi tres semanas de huelga, con plantas paradas y guardias mínimas, y la amenaza de continuar con las protestas. Pero la medida de fuerza concluyó cuando se acordó un incremento del 10% (que suma al 25% acordado a principios de año) y los dos bonos, tanto el de fin de año como el de compensación. 

La negociación fue encabezada por el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) del departamento de San Lorenzo, Santa Fe, acompañados por Federación de Trabajadores Aceiteros y el gremio de trabajadores técnicos portuarios Urgara. 

Por parte de las cámaras empresariales, participaron de la negociación las autoridades de Ciara (una de las principales cámaras industriales agroexportadoras), Carbio (en representación de los productores de biocombustibles) y Ciavec (Aceites vegetales, de Córdoba). 

Además de Claudio Moroni, ministro de Trabajo, esta pulseada involucró a varios funcionarios del gobierno, como el caso del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.