El gobierno nacional atraviesa momentos de suma tensión, luego de la negativa de la oposición a aprobar el Presupuesto 2022. En el tintero también está el acuerdo con el FMI, al que la negativa en el Congreso complica en parte ya que sienta un precedente negativo para la próxima discusión trascendental. La presión en el Ejecutivo aumenta y sobre todo en la figura del Presidente Alberto Fernández, que cumplió la primera mitad de su mandato prácticamente en su totalidad durante la pandemia del coronavirus.

En este sentido, habló de todo en una larga entrevista con Jorge Fontevecchia en Perfil. Allí dejó definiciones importantes de cara a lo que viene, tanto a nivel de gestión como en materia política. “Lo que pasó con el presupuesto es difícil de explicar. Podían abstenerse, podían cuestionar cosas. Yo les propuse volver a comisión para dialogar y ver qué querían. Tenía la convicción de que se habían tomado los reclamos de las diferentes provincias. Pero evidentemente el problema no era ese. Era otro. Se trababa de algún tipo de posicionamiento político, de posicionamiento interno. A mí me parece muy grave”, reflexionó el Presidente sobre el último traspié del oficialismo Fernández.

Respecto de su relación con la vicepresidenta, el mandatario fue tajante: “No tengo ninguna jefatura. El último jefe político que conocí fue Néstor Kirchner. Nunca más tuve un jefe político. Somos compañeros de ruta en un escenario muy complejo. Los medios y la oposición tratan de mostrarla a ella prevaleciendo sobre mí. Cuando no lo logran, insisten con esa idea. Buscan que nos dividamos, nos separemos, nos peleemos y que cada uno haga su juego. Cuando cada uno hizo su juego, aparecen los Macri. No queremos que vuelva a suceder”.
 

También explicó el lavado de cabeza tras el cimbronazo de las PASO: "Inmediatamente después del resultado de las primarias tuvimos una semana crítica. Nos criticamos mucho entre todos. Inmediatamente nos arremangamos y fuimos a corregir lo necesario. Logramos mejorar mucho en la provincia de Buenos Aires, ganar el Chaco, Tierra del Fuego, y nos fortalecimos en algunas provincias. Buscábamos estar mejor. También hablaba de la insuficiencia. Por eso digo que no vence quien gana, sino el que nunca baja los brazos. Lo que hice fue convocar a mi fuerza política para trabajar más que nunca".

En la misma sintonía, Alberto hizo hincapié en la necesidad de superar la grieta. "Estoy empecinado en terminar con eso. Días atrás, en el Consejo Económico Social di un discurso y hablé exactamente de esto. No puede ser que sigamos enfrentados cuando tenemos que asumir problemas trascendentales. Hay que entender que todos somos integrantes de una misma sociedad. Estamos en el mismo barco. Si uno de los dos empieza a golpear con el pico el fondo del barco, nos vamos a hundir todos. Hay que entenderlo. La política tiene que entenderlo. Asumo la parte que me corresponde. Tenemos que parar".