Fiel a su estilo, Aníbal Fernández arrancó con todo. Tras reunirse con Sabina Frederic para repasar el trazo grueso de una transición casi inmediata, el flamante ministro de Seguridad asumió al frente de la cartera que abandona la antropóloga doctorada en Utrecht, y ya metió mano en la gestión confirmando a la conducción de las fuerzas y reestructurando al equipo con el que se instalará desde este martes en la sede de Gelly y Obes.

Desde el viernes a la noche que se conoció la decisión presidencial de reemplazar a Frederic por Fernández, tanto la ministra saliente, como el designado, comenzaron a reagruparse para sus próximos movimientos. "El ministerio estaba loteado, el problema principal fue que en un año y medio paralizó las áreas más importantes, como la de investigación criminal", le dijo a Data Clave un funcionario que trabaja en la cartera.

Varios consultados coinciden en señalar que, más allá de las declaraciones inoportunas y algunas ausencias notorias en los territorios, la que terminó este lunes fue "una gestión con saldo deficitario" en un frente que siempre se considera para las evaluaciones polìticas."Tuvo la peor incautación de drogas de los últimos quince años", confirmaron. 

Aníbal Fernández: el nuevo "fronting" del gobierno para resistir los embates políticos y mediáticos

Las reacciones de los colaboradores de Frederic fueron diversas. Hubo funcionarios que se retiraron en silencio, como el Director Nacional de Narcotráfico Pablo Vera; o el secretario Eduardo Villalba. Otros se fueron "a las puteadas", como Gabriel Fucks, que no participó del brindis de despedida en el ministerio y despotricó contra Sergio Berni y los "sistemáticos ataques contra la gestión nacional".

En un claro respaldo al recambio dispuesto por Alberto Fernández, el propio Berni no solo estuvo presente en la ceremonia de asunción realizada durante la tarde del lunes en la Rosada, sino que -además- se abrazó efusivamente con Aníbal, cuya capacidad de trabajo ponderó enfáticamente. “Ya hemos hablado, deseoso de que asuma para articular diferentes problemáticas en materia policial”, aseguró el funcionario bonaerense en declaraciones periodísticas.

Primeros pasos

A pocas horas de asumir, Aníbal aseguró que confirmará a la conducción de las cuatro fuerzas a su cargo. "No estamos para inventar nada, son buenos jefes y no voy a tener ningún problema en trabajar con ellos", le dijo a Data Clave. Así, Juan Carlos Hernández, de Policía Federal; Andrés Severino, de Gendarmería; Mario Rubén Farinón, de Prefectura; y Alejandro Glinski, de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, seguirán al frente de las respectivas armas.

En lo que fue su primer acto de gestión tras la asunción, el flamante ministro recibió en su despacho al gobernador de Santa Fe Omar Perotti, con quien repasó una agenda de trabajo conjunto enfocada en el combate al crimen organizado que asedia la provincia y la violencia narco en un crescendo preocupante. Luego del encuentro, el mandatario provincial reclamó la necesidad de tener un “comando unificado que ayude a garantizar una operatividad que le dé a los vecinos el acompañamiento necesario”

Perotti hizo hincapié en la importancia de “la presencia de las fuerzas federales para ayudar”, mientras la administración provincial se dedica a “fortalecer con más uniformados la propia institución” policial. Por su parte, Fernández confirmó que este martes mantendrá una reunión con los jefes de las fuerzas, especialmente con Gendarmería que “es la parte más importante”.

Aníbal Fernández: el nuevo "fronting" del gobierno para resistir los embates políticos y mediáticos

“La reunión con el gobernador ha sido muy importante. Hablamos de delitos complejos. Nuestras fuerzas están preparadas para ese análisis y tenemos que lograr que se pueda volcar al papel y se pueda cuantificar lo que pasa”, comentó Fernández, quien desestimó el mote de "narcoestado" con el que algunos sectores han calificado a Santa Fe. “Hay cosas irregulares y por eso estamos trabajando, tenemos muy buenos profesionales para eso”, finalizó.

Este jueves el ministro se reunirá con Marcelo Saín, quien ocupó la cartera de Seguridad santafesina hasta marzo pasado y actualmente dirige el Organismo de Investigaciones del Ministerio Público de la Acusación de esa provincia. “Es un amigo personal, fue funcionario mío, durante nuestra gestión en 2005 creamos la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA)”, recordó.

Aníbal Fernández: el nuevo "fronting" del gobierno para resistir los embates políticos y mediáticos

Si bien los detalles del plan de Fernández todavía no se conocen, la impronta de su gestión contará con una fuerte presencia de la figura ministerial en los territorios y el despliegue de su experiencia en un área que conoce de memoria: la lucha contra el crimen organizado. A tal efecto, no se descarta que Aníbal convoque a representantes del ministerio público fiscal con experiencia en investigación criminal relacionada con el tráfico de estupefacientes, para sumarse a la tarea ministerial.

Poner el pecho

Cuando la semana pasada en medio de la crisis política el, por entonces titular de Yacimientos Carboníferos Río Turbio salió de la casa de gobierno tras una fugaz visita a los despachos del primer piso, dio una muestra del rol trascendental que puede jugar en el gobierno. Aníbal Fernández sabe cómo atraer la atención de los cronistas y no le tiembla la pera cuando debe enfrentar los micrófonos y las cámaras que suelen asediar en busca de declaraciones de los funcionarios.

Este lunes, a su llegada para participar del acto de asunción ministerial, volvió a dar una exhibición de cómo sortear la dificultosa misión de contestar chicanas mediáticas en vivo. "No me acuerdo que cené anoche y vos queres que te cuente que dije hace diez años”, le respondió al movilero de TN que desempolvaba una vieja declaración suya del frondoso archivo de la memoria anti-kirchnerista.

Valíéndose de su gran capacidad de repentización, su conocimiento de la historia y la ductilidad discursiva que lo caracteriza, Fernández tiene el poder de absorber el fuego de los adversarios. Y su sosías de apellido que ocupa el despacho principal de la Rosada lo sabe. Por eso, a pesar de las resistencias de un sector del gabinete que siempre le temió ("es un pac-man, si lo metés acá adentro, en dos meses nos morfa a todos", sostienen en voz baja), el Presidente decidió convocarlo para una tarea mucho más trascendental que la de conducir la cartera de Seguridad: ser el "fronting" que el gobierno necesita para resistir los embates políticos y mediáticos.